
La muerte de Juan Pablo Jiménez, un reconocido economista con trayectoria internacional, ocurrido en su departamento del barrio porteño de Palermo, continúa bajo investigación y está rodeado de incógnitas. A la espera de los estudios toxicológicos, la causa todavía no tiene una hipótesis concreta. Lo único claro es que la víctima no murió por asfixia ni sufrió lesiones visibles compatibles con una muerte violenta, aunque su cuerpo fue hallado en medio de una escena de robo, con alcohol y signos de que hubo una fiesta previa.
En ese clima de incertidumbre, Roberto, un amigo de Jiménez, se acercó al edificio ubicado en la calle Castex al 3400 luego de escuchar la noticia por la radio. Su intención fue prestar declaración y, también, buscar alguna respuesta ante una muerte que lo conmocionó. “Lo único que puedo decir de Juan es que era un tipo excepcional”, expresó, visiblemente afectado, en una entrevista con TN.
La relación entre ambos comenzó en Nueva York a fines de los años 2000. Coincidieron en un edificio donde Roberto vivía con su esposa, mientras Jiménez cursaba estudios de posgrado en la Universidad de Columbia. “Jugábamos al fútbol, salíamos. La verdad que (era) un tipo excepcional, excepcional”, repitió. Tras esa etapa, la vida los separó: Roberto volvió a la Argentina, mientras Jiménez continuó su carrera profesional en el exterior. El amigo recordó que el economista estaba separado “hace tiempo” y que “le consta que había tenido un hijo”.
La noticia de su muerte lo sorprendió. “Estoy totalmente sorprendido de lo que pasó”, dijo al llegar al lugar del crimen, donde esperaba obtener más información y posiblemente reencontrarse con amigos en común. Aún shockeado, Roberto compartió su pesar con la familia del economista: “Lo siento. Estoy sorprendido, dolido, shockeado”.
Mientras tanto, los investigadores del caso se centran en reconstruir las últimas horas de vida de Jiménez. El cuerpo fue encontrado sin signos de violencia externa como golpes o heridas punzantes. No murió por asfixia, a pesar de haber sido hallado con una remera en la boca, lo que desvía las sospechas hacia la posibilidad de que le hayan suministrado alguna sustancia que provocó su muerte. La presencia de alcohol y drogas en el departamento sugiere que hubo una reunión o fiesta previa, aunque los detalles siguen siendo escasos.
Las cámaras de seguridad internas del edificio no grababan, sino que solo servían para monitoreo en tiempo real. Sin embargo, cuatro personas habrían sido registradas en cámaras zonales y ya están siendo analizadas por la policía para establecer si tienen vínculo con el crimen. Esta madrugada demoraron a una sospechosa de 23 años en un operativo realizado en Gran Bourg. También se confirmó que Jiménez no tenía auto, lo que hace suponer que los visitantes accedieron por la puerta principal del edificio.
LN