
Santa Fe vuelve a ser protagonista del calendario electoral este domingo 29 de junio. Luego de las PASO celebradas en abril, la provincia tendrá elecciones generales en 11 intendencias, más de 50 concejos municipales y casi 80 comisiones comunales. Pero todas las miradas apuntan a Rosario, donde se renovarán 13 bancas del Concejo Deliberante.
El gobernador Maximiliano Pullaro busca ratificar el control territorial de Unidos para Cambiar Santa Fe en un nuevo examen en las urnas. En las primarias de abril, su fuerza fue la más votada en la elección de convencionales constituyentes y logró asegurarse la primera minoría entre los 69 miembros que reformarán la Constitución provincial.
En ese primer test, el segundo lugar fue para el peronismo con Juan Monteverde, que ahora buscará consolidarse como principal oposición al oficialismo en Rosario. La tercera fuerza fue La Libertad Avanza, con Nicolás Mayoraz al frente, en un avance que todavía inquieta al PJ. En cuarto lugar quedó el espacio de Amalia Granata.
Rosario será el escenario más competitivo. El oficialismo arriesga ocho bancas en el Concejo y el peronismo de Monteverde apuesta fuerte para ganar protagonismo. En las PASO, entre todas sus líneas internas, el PJ fue la fuerza más votada en la ciudad. Su objetivo ahora es ratificar esa posición y disputarle el control al intendente Pablo Javkin.
Pero en esa pelea se metió también LLA, con el libertario Leandro Aleart, que fue el precandidato más votado en la ciudad. Su postulación amenaza con dividir al electorado no peronista y, paradójicamente, terminar beneficiando a Monteverde en la pelea por el reparto de bancas.
Además de Rosario, se votarán intendentes en ciudades clave como Roldán, Recreo, Fray Luis Beltrán, Puerto General San Martín y San José del Rincón, entre otras. En total, se renuevan autoridades ejecutivas en 11 localidades y se eligen concejales en 53 municipios. También se vota en 75 comisiones comunales.
La elección será con Boleta Única Papel, como establece la legislación santafesina, y con menos fuerzas en competencia respecto a las PASO. En Rosario, por ejemplo, quedaron siete listas tras la depuración de abril, lo que podría facilitar un mayor orden del voto.
Uno de los desafíos centrales es mejorar la participación electoral. En abril, apenas superó el 50%, en línea con la apatía que vienen mostrando otros distritos en comicios desdoblados. El gobierno provincial apuesta a una mayor movilización ahora que están en juego cargos ejecutivos y bancas clave.
Para Pullaro, será una nueva medición de fuerzas en un año sin elecciones nacionales, pero de fuerte pulseada política interna. El resultado también marcará el tono del debate dentro de Juntos por el Cambio de cara al armado nacional rumbo a 2025.
Con un padrón de más de 2,8 millones de electores y casi 8.400 mesas habilitadas, Santa Fe volverá a tener un domingo decisivo, donde se medirán oficialismo, peronismo, libertarios y nuevas figuras en ascenso.