
El peronismo bonaerense se puso en modo electoral. Máximo Kirchner y Sergio Massa aceleraron en las últimas horas la construcción del frente que competirá en las elecciones de septiembre y octubre y definieron que serán sus propios apoderados los que comiencen a delinear la letra chica de la alianza.
La decisión llega en un momento de extrema sensibilidad interna, luego de la condena y la prisión domiciliaria de Cristina Fernández de Kirchner, que reactivó tensiones entre La Cámpora, el massismo y el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el sello político que impulsa Axel Kicillof con intendentes propios.
Ambos dirigentes nombraron a Facundo Tignanelli, por el PJ, y a Rubén Eslaiman, por el Frente Renovador, para iniciar el diseño técnico del frente electoral. A ellos se sumarán los apoderados Gerónimo Ustarroz, Patricia García Blanco, Eduardo Cergnul y Sofía Vanelli, quienes definirán la estructura legal de la alianza.
El objetivo es presentar un frente con el nombre “Peronismo” y ordenar internamente la puja por las candidaturas, que ya genera rispideces. El MDF, el espacio kicillofista, reclama un lugar formal en la toma de decisiones y en la definición de las listas. Desde el PJ remarcan que es solo una línea interna, al igual que La Cámpora o el Movimiento Evita.
Pese a esa lectura, el sector del gobernador tendrá representación en la próxima reunión de mesa política que se realizará en la sede del PJ nacional, en Matheu. Allí también participarán Patria Grande (Juan Grabois), Nuevo Encuentro (Martín Sabbatella), el PSOL (Carlos Heller) y agrupaciones vecinales aliadas.
La meta del encuentro será definir la Junta Electoral común que valide las candidaturas tanto de las elecciones provinciales del 7 de septiembre como de las nacionales del 26 de octubre. El oficialismo bonaerense quiere que la discusión por las listas se haga una sola vez, sin negociaciones “por tramos”.
“La idea es que quien participe del armado de septiembre, también lo haga en octubre. Queremos una discusión integral”, afirman en el PJ. Ese mecanismo busca evitar sorpresas y disputas de último momento en la definición de los lugares expectables en las listas.
También se debatirá el sistema de alianzas que se inscribirá ante la Justicia Electoral. El plan de Massa y Máximo es presentar un frente lo más amplio posible, para evitar fugas hacia la izquierda o hacia sectores moderados del peronismo desencantados con la situación actual.
La definición del frente marcará el rumbo de la campaña. En las últimas semanas, algunos intendentes dejaron trascender su incomodidad con la falta de señales claras de unidad. La discusión de la “lapicera” —es decir, quién ordena las listas— será clave para evitar una nueva fractura.
Con la figura de Cristina momentáneamente afuera del escenario electoral, el peronismo se rearma sin su líder natural y en medio de una crisis interna que obliga a definir reglas claras antes de iniciar la campaña.