
La negociación por el armado electoral para las elecciones provinciales del 7 de septiembre está atravesada por una disputa interna sobre quién liderará el proceso. El gobernador bonaerense exige una representación mayoritaria en las listas para asegurar su influencia, mientras sectores afines al cristinismo y al Frente Renovador buscan mantener su protagonismo.
Desde el Movimiento Derecho al Futuro, espacio cercano al mandatario provincial, plantean que “para que haya unidad, Axel Kicillof tiene que tener al menos el 50% de las listas”, señaló un dirigente. En ese sentido, agregan que “el resto se debe repartir entre el cristinismo y el Frente Renovador”, lo que pone en evidencia la tensión interna.
La decisión de desdoblar las elecciones provinciales fue leída como una jugada estratégica para fortalecer el espacio oficialista. Al respecto, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, advirtió que “en la mesa para alcanzar la unidad habrá que aceptar cosas que antes no existían; por ejemplo, una mayor representación del gobernador en las listas”. Y añadió: “A partir de que sellemos la unidad, toda nuestra fuerza política tiene que apoyar pública y explícitamente las políticas del gobernador”.
Mientras tanto, Máximo Kirchner y Sergio Massa avanzan en la conformación de un frente electoral conjunto y designaron apoderados para definir la alianza. Sin embargo, desde el Movimiento Derecho al Futuro toman distancia y advierten que “si La Cámpora otra vez va a manejar la lapicera, va a estar difícil la unidad”, advirtió un colaborador cercano a Kicillof.
Más allá del armado electoral, el oficialismo bonaerense busca garantizar un bloque legislativo alineado durante los próximos dos años de gestión. Actualmente, el bloque peronista cuenta con once diputados y dos senadores que responden al Ejecutivo provincial, pero la intención es fortalecer esa mayoría para asegurar el avance de la agenda oficialista.
En ese sentido, Bianco fue categórico: “Todo nuestro bloque tiene que apoyar a mano alzada y sin chistar todos los proyectos que manda el Ejecutivo. Que cuando alguien presenta un proyecto, el Ejecutivo esté por lo menos informado”. Esta definición marca el compromiso que se exige para evitar fisuras internas y garantizar cohesión.
El mensaje está dirigido tanto a La Cámpora como al Frente Renovador, dos actores clave que deberán definir su rol en el armado electoral bonaerense, que aún presenta resistencias y negociaciones en curso.
El presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Alexis Guerrera, reconoció la complejidad del escenario tras la condena a Cristina Kirchner: “En el peronismo mandan un poco todos”, y subrayó que “la unidad es más necesaria que nunca”. Además, destacó que “todos los sectores y dirigentes tienen algo que aportar” y afirmó que “es imprescindible que estemos todos juntos debatiendo el proyecto”.
La tensión interna y la disputa por el control del armado electoral reflejan no solo la búsqueda de poder dentro del peronismo bonaerense, sino también la dificultad para consolidar una estrategia común en un contexto político cada vez más fragmentado.