Hipocresía diplomática
23/06/2025 - Edición Nº867
Internacionales
Riesgo nuclear
Rafael Mariano Grossi alerta en la ONU que los ataques a Irán podrían provocar una catástrofe radiactiva
22/06/2025 | El jefe del OIEA advirtió ante el Consejo de Seguridad que los bombardeos a instalaciones nucleares iraníes podrían colapsar el régimen global de no proliferación.
Rafael Mariano Grossi es un diplomático de carrera argentino. Desde el 3 de diciembre de 2019 es el director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica.
Los recientes ataques a instalaciones nucleares en Irán han encendido las alarmas de la comunidad internacional. Rafael Mariano Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), compareció ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y advirtió que el conflicto podría derivar en una catástrofe radiactiva sin precedentes si no se detiene la escalada militar.
En su intervención, Grossi confirmó que las instalaciones de Natanz, Isfahán y Fordow sufrieron daños estructurales tras los ataques recientes. Aunque los niveles de radiación fuera de los sitios se mantienen normales, el jefe del OIEA detalló que dentro de los complejos se ha registrado contaminación radiactiva y química, especialmente en Natanz, lo que representa un riesgo significativo para los trabajadores y el entorno inmediato.
Riesgo en Bushehr y control internacional
Uno de los focos más sensibles es la planta nuclear de Bushehr. Grossi advirtió que un ataque directo contra este reactor, o incluso la interrupción de su suministro eléctrico, podría provocar una liberación radiactiva masiva con consecuencias regionales graves, incluyendo la necesidad de evacuaciones en zonas habitadas y la contaminación de fuentes de agua y alimentos.
El director del OIEA subrayó que el acceso de los inspectores internacionales ha quedado comprometido por la inseguridad en la región, lo cual limita la supervisión del enriquecimiento de uranio y otras actividades sensibles. Pese a ello, insistó en que aún existe una "ventana de oportunidad" para retomar el camino diplomático y reactivar el régimen de inspecciones que permitió controlar el programa nuclear iraní durante años.
Presión diplomática en la ONU
En paralelo, el secretario general de la ONU, António Guterres, se sumó al llamado de desescalada al considerar los bombardeos como un "giro peligroso" que podría sacar el conflicto de control. China, Rusia y Pakistán exigieron en el Consejo de Seguridad un cese al fuego inmediato, mientras que Estados Unidos y el Reino Unido mantuvieron su postura de presionar a Irán para frenar su avance nuclear.
Grossi reiteró que el régimen global de no proliferación nuclear se encuentra en una posición crítica. De no tomarse medidas urgentes, advirtió, podría colapsar y dejar un vacío en la gobernanza internacional sobre el uso pacífico de la energía nuclear.
Diplomacia o desastre
La declaración de Grossi no solo describe una amenaza técnica, sino una encrucijada geopolítica. El ataque a infraestructura nuclear en un país como Irán representa una peligrosa normalización del uso de la fuerza en espacios atómicos. Si no se restablece la vigilancia internacional, el mundo podría enfrentarse a una carrera armamentística descontrolada y a escenarios de desastre ambiental con implicancias globales.
El llamado del OIEA es claro: solo el regreso al diálogo y el respeto a los mecanismos multilaterales puede evitar una tragedia. Ignorarlo podría ser el paso final hacia el colapso de la arquitectura nuclear que ha contenido por décadas la proliferación de armas de destrucción masiva.
