Massa: “La unidad del peronismo se construye con generosidad, no hay margen para mezquinos”

En modo conductor, Sergio Massa encabezó una masiva reunión virtual con dirigentes del Frente Renovador bonaerense con el objetivo de ordenar la tropa, delinear posición frente a sus socios del peronismo y dejar claro que, con o sin acuerdo, el espacio está dispuesto a competir. “La unidad se construye con generosidad, no hay margen para mezquinos”, lanzó como advertencia y mensaje político.

Fue un encuentro amplio, con más de 300 referentes entre legisladores, intendentes, concejales y funcionarios provinciales, donde Massa compartió el diagnóstico de cara al armado del frente que deberá enfrentar al oficialismo libertario. Su fórmula retórica fue directa: “Esto es Peronismo o Milei”.

La reunión se dio en la previa a la convocatoria formal entre todos los sectores del panperonismo que se encontrarán en la sede del PJ bonaerense. Massa dejó en claro que esa mesa es necesaria, pero advirtió que para que funcione debe construirse “con reglas claras y sin mezquindades”. El respaldo político a Axel Kicillof fue uno de los ejes centrales.

“El gobernador tiene la legitimidad y el peso para conducir la campaña”, expresó Massa, en lo que fue leído como un aval explícito para que el mandatario defina las cabezas de las listas seccionales. Desde el FR aseguran que eso incluye la estratégica Tercera Sección, donde aún no está resuelto si jugará Máximo Kirchner.

El diagnóstico massista es que el peronismo enfrenta una doble competencia de alto voltaje político: el 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires y el 26 de octubre a nivel nacional. Por eso, la elección de los candidatos deberá contemplar volumen político y capacidad de disputa digital, territorial y simbólica.

Massa, que fue candidato presidencial en 2023 y mantiene protagonismo en la interna opositora, insistió con una idea que ya es marca registrada: “El peronismo será militante digital y 2.0 o no será”. Con ese eje, pidió a su espacio trabajar una campaña basada en propuestas concretas sobre producción, empleo, pymes y seguridad.

En paralelo, se discutió uno de los temas más sensibles: quién tendrá el control formal del frente electoral. “La lapicera” no es solo una metáfora, sino la definición de apoderados, mecanismos de resolución de conflictos y cumplimiento de la acordada de la Cámara Electoral tras la eliminación de las PASO.

Entre los intendentes presentes, la preocupación es evitar una judicialización de las listas. Massa coincidió y planteó que “hay que contener a todos: al Frente Renovador, al kirchnerismo y al MDF”. La unidad, subrayó, no se puede armar desde el verticalismo sino desde la representación plural.

En un tramo de la charla se abordó una definición clave: el kirchnerismo no se limita a La Cámpora. Massa reivindicó a figuras como Federico Otermín, Gustavo Menéndez y Alejandro Dichiara como actores del universo K que no dependen de la agrupación que lidera Máximo.

El mensaje final del tigrense, sin embargo, dejó una puerta abierta a una ruptura: “Si no hay acuerdo, vamos solos”, repitió ante la pregunta de un intendente. En ese escenario, se mencionó a Juan Andreotti como posible cabeza de lista por la Primera Sección y la chance de sumar alguna figura reconocida para ampliar el alcance del espacio.

La hipótesis de una tercera vía dentro del peronismo no es nueva, pero Massa la puso en palabras como advertencia táctica. Cerca suyo creen que, si el FR encabeza en algunas secciones, incluso puede atraer a sectores del radicalismo incómodos con Milei y con el vacío del centro político.

Mientras tanto, el reloj corre. El 9 de julio vence el plazo para inscribir alianzas y el 19, el de candidaturas. Massa lo sabe: su margen de maniobra depende del equilibrio entre convicción, estrategia y, sobre todo, generosidad.