
En medio de un clima tirante entre Nación y provincias, desde la Casa Rosada volvieron a marcar límites. Este lunes, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, aseguró que el Gobierno mantiene “una actitud positiva” frente a los planteos de los mandatarios provinciales, aunque advirtió que “a veces no dan los números” para cumplir con todo lo que exigen.
Las declaraciones fueron parte de una entrevista en Cadena 3, en la previa de una jornada cargada de gestos y reuniones políticas. Mientras los gobernadores se congregan en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para unificar sus demandas, en el Ejecutivo se mueven las piezas para frenar una escalada de reclamos que, en algunos casos, amenaza con romper acuerdos legislativos.
Francos fue enfático: “Nosotros siempre tenemos actitud positiva, lo que no da a veces son los números. Trataremos de ver cómo llegamos”. Y dejó en claro que no todas las provincias están en la misma sintonía: “Hay gobernadores que dicen que han hecho ajustes y otros que no dicen nada”.
El foco de la tensión es fiscal. Las provincias denuncian un deterioro en sus ingresos por la caída de la coparticipación y por medidas del Gobierno nacional que recortaron impuestos clave, como los que gravan combustibles. Ante eso, piden mayor distribución del impuesto a los combustibles líquidos y acceso a los remanentes del fondo de ATN.
Como gesto de apertura, Francos confirmó que este mismo lunes se reunirán el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, para analizar las cuentas y buscar un entendimiento técnico. Pero evitó generar expectativas de soluciones inmediatas.
El jefe de ministros también envió un mensaje hacia adentro del oficialismo: “En la Nación hemos hecho ajustes y bajado muchos impuestos, y esperamos que la actitud sea recíproca”. Según Francos, el esfuerzo fiscal no puede ser asimétrico: “Algunas provincias han hecho mucho esfuerzo, pero nunca se hace lo necesario”.
La relación entre el Gobierno y las provincias transita un equilibrio frágil. La necesidad de garantizar gobernabilidad en el Congreso choca con la resistencia de muchos gobernadores a seguir cediendo recursos sin tener respuestas concretas. Por eso, las definiciones de esta semana pueden marcar el tono del vínculo en el segundo semestre.
Mientras tanto, en la Casa Rosada se mantiene la estrategia de mostrar voluntad de diálogo, pero sin comprometer recursos que no estén respaldados por caja. “Tenemos que ser responsables. Las buenas intenciones no alcanzan si los números no cierran”, repiten cerca de Francos como mantra fiscal.