
El escape de Rolando Federico Gómez Quinde, alias "Fede", ha sacudido a Ecuador. La fuga ocurrió el 20 de junio desde la Penitenciaría del Litoral, una de las cárceles más peligrosas y caóticas del país. Gómez Quinde es el líder de la banda criminal Los Águilas, considerada una organización terrorista por el Estado.
El gobierno ecuatoriano ha reaccionado con una medida extrema: una recompensa de un millón de dólares para quien ofrezca información certera que permita capturarlo o abatirlo. Esta suma también podrá ser reclamada por efectivos de seguridad en caso de que logren dar con el paradero del prófugo durante operaciones oficiales.
El presidente Daniel Noboa ha calificado la evasión como un acto de colusión interna y no un simple descuido. Las primeras investigaciones apuntan a que hubo complicidad dentro del sistema penitenciario para facilitar la huida del capo.
En este contexto, el gobierno ha declarado a Gómez Quinde como un “objetivo militar”, lo cual autoriza a las Fuerzas Armadas a usar fuerza letal sin aviso. Esta calificación forma parte del plan de “conflicto armado interno” que rige desde enero, cuando Noboa declaró la guerra a las mafias carcelarias.
La recompensa de un millón de dólares no tiene antecedentes en Ecuador. Según el Ministerio del Interior, el ofrecimiento se hace tanto a ciudadanos comunes como a fuerzas del orden. Esta doble vía refuerza la lógica de que el enemigo ya no es solo un delincuente, sino una figura de guerra.
El gobierno difundió un video institucional donde los ministros de Defensa e Interior ratifican la recompensa y piden colaboración ciudadana bajo confidencialidad. La difusión masiva del rostro y nombre de "Fede" forma parte de una estrategia para acorralarlo a nivel nacional e internacional.
La fuga de Gómez Quinde pone en evidencia que la penetración del narcotráfico en Ecuador va más allá de los muros carcelarios. Se trata de estructuras paralelas de poder que operan con impunidad, y que ahora se enfrentan a una narrativa de guerra.
"Los Águilas", la banda liderada por “Fede”, están vinculados a operaciones de narcotráfico, extorsión y sicariato en varias provincias. Aunque poco conocidos en comparación con Los Choneros o Los Lobos, su ascenso en el mundo criminal ha sido meteórico.
La fuga de alias “Fede” no fue un descuido, fue complicidad.
— Daniel Noboa Azin (@DanielNoboaOk) June 21, 2025
Por eso, he pedido que se aprehenda en flagrancia a todo el personal del CPL Guayas N.°1 que se sospecha estuvo involucrado, mientras Fiscalía determina responsabilidades.
Esto no es solo una fuga. Es traición.
Y la… pic.twitter.com/YW5f60aDJH
La estrategia de convertir a criminales en enemigos militares representa una jugada osada por parte de Noboa. Si bien incrementa la presión sobre los capos, también plantea riesgos jurídicos y diplomáticos al usar métodos propios de conflictos bélicos.
Además, el pago por muerte, aunque encubierto bajo legalidad, puede abrir la puerta a abusos. El Estado ecuatoriano se juega su credibilidad: si Fede no es capturado pronto, la fuga marcará un punto de quiebre en la narrativa de control del Gobierno.