25/06/2025 - Edición Nº869

Internacionales

Elecciones internas

Chile: la izquierda mide fuerzas entre la incertidumbre y la gestión de Gabriel Boric

24/06/2025 | Con voto voluntario y baja movilización, la interna entre Carolina Tohá y Jeannette Jara podría definir el futuro liderazgo progresista.



El oficialismo chileno enfrenta este domingo 29 de junio una prueba determinante: las primarias del pacto Unidad por Chile. Con la contienda centrada entre la actual ministra del Interior, Carolina Tohá, y la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, el bloque busca consolidar una candidatura unitaria de cara a las presidenciales de noviembre. Sin embargo, el escenario está marcado por la incertidumbre en torno a la participación, dado que se trata de una elección voluntaria y restringida a militantes e independientes.

La participación aparece como el factor decisivo. Una concurrencia alta podría favorecer a Tohá, quien cuenta con respaldo en sectores independientes y moderados. Por el contrario, una movilización baja podría beneficiar a Jara, apoyada por un electorado más militante y disciplinado. El resultado no solo definirá una candidatura, sino que enviará un mensaje político sobre la capacidad del oficialismo para articular un proyecto competitivo frente a la derecha.

Incentivos institucionales para votar

El contexto institucional busca incentivar la participación. El 29 de junio será feriado legal -aunque no irrenunciable- y los trabajadores tendrán derecho a tres horas libres para votar, con sanciones para los empleadores que lo impidan. Estas medidas están diseñadas para facilitar el ejercicio democrático en un país donde el voto no es obligatorio en primarias.

A ello se suma la experiencia reciente con el sistema de registro automático, que reduce barreras de entrada para los votantes. Aunque no garantiza una participación masiva, permite que quienes tengan un interés mínimo puedan votar sin mayores complicaciones. El desafío, sin embargo, sigue siendo político: convocar y movilizar al electorado.

Apatía ciudadana y limitaciones del padrón

Uno de los principales obstáculos es el desinterés generalizado. Según encuestas recientes, solo un 27% de los electores manifiestan estar muy interesados en esta elección, mientras que más de la mitad declara escaso o nulo entusiasmo. Este escenario refleja una creciente apatía hacia los partidos tradicionales, incluso entre quienes se identifican con el progresismo.

Además, el padrón habilitado es limitado: solo pueden votar los militantes de los ocho partidos del pacto oficialista y los independientes. Esto excluye a votantes de otros sectores como la Democracia Cristiana o partidos regionalistas, lo que podría restringir la base electoral e impactar en la legitimidad del proceso.

La primaria como termómetro presidencial

La elección interna no solo definirá a la candidata del bloque, sino también marcará el rumbo estratégico de la izquierda hacia noviembre. Si Tohá gana con una participación considerable, podría consolidar un liderazgo de centroizquierda con vocación mayoritaria. En cambio, un triunfo de Jara con baja participación podría interpretarse como un giro hacia una izquierda más clásica, combativa y menos transversal.

En ambos escenarios, el oficialismo deberá recomponer su unidad interna y entusiasmar a un electorado que, hasta ahora, se muestra reacio. Algunos sectores ya deslizan la posibilidad de postular a Michelle Bachelet si el resultado de la primaria no consigue suficiente legitimidad, lo que pone de relieve la magnitud de las tensiones internas.

Una encrucijada para el progresismo chileno

Estas primarias representan mucho más que una elección interna: son una encrucijada para el oficialismo chileno. La tensión no radica sólo en quién será la candidata, sino en qué tipo de izquierda se proyectará hacia el país: una socialdemocracia integradora o una izquierda ideológicamente más marcada.

Más allá de los nombres, el proceso pondrá a prueba la capacidad del bloque para articular una propuesta atractiva en un contexto de desafección ciudadana y polarización creciente. Si el bloque oficialista no logra convocar más que a sus bases duras, podría llegar debilitado a las elecciones presidenciales. En ese sentido, estas primarias son mucho más que una elección de liderazgo: son una prueba crucial de viabilidad política.