Crece la resistencia en el PRO bonaerense al acuerdo con Milei y vuelve la idea de Juntos por el Cambio

Mientras avanzan las conversaciones entre Cristian Ritondo y el libertario Sebastián Pareja para sellar un acuerdo electoral en la provincia de Buenos Aires, un sector del PRO resiste con firmeza la posibilidad de subordinarse al armado de La Libertad Avanza. Se trata de intendentes y dirigentes que plantean una defensa del territorio y de la identidad del partido, y que incluso reflotan la opción de reconstituir Juntos por el Cambio con sectores del radicalismo y la Coalición Cívica.

La discusión quedó expuesta esta semana durante una reunión virtual de la mesa bonaerense del PRO, convocada por Ritondo, en la que un grupo de jefes comunales expresó su preocupación por lo que consideran un posible “desdibujamiento” del partido frente a la avanzada libertaria. En simultáneo, Ritondo mantuvo otro encuentro con Pareja para intentar destrabar las condiciones del acuerdo.

Los intendentes que rechazan ceder posiciones en sus municipios argumentan que la alianza con LLA implica un riesgo real para la gobernabilidad. Señalan que, en muchos distritos, los libertarios han sido opositores a las políticas públicas implementadas por los gobiernos locales del PRO y que no existe, hasta ahora, una directiva clara desde el oficialismo nacional.

Entre los referentes más críticos de una fusión sin condiciones están Soledad Martínez (Vicente López), Pablo Petrecca (Junín), Javier Martínez (Pergamino), Jorge Etcheverry (Lobos) y María José Gentili (9 de Julio). Todos coinciden en que no hay clima para negociar listas si eso implica perder el control en los concejos deliberantes.

La bandera de estos intendentes es clara: quien tiene el territorio debe tener la última palabra en el armado. “No podemos entregar los primeros lugares de las listas a dirigentes que no construyeron en el distrito y que encima nos hacen oposición”, afirmó uno de los presentes en la reunión interna.

María Eugenia Vidal fue una de las primeras en poner en palabras esa incomodidad. Lo hizo durante la última convención nacional del PRO, donde recordó el destrato recibido por parte de LLA en la campaña porteña de 2023 y advirtió sobre el riesgo de repetir errores similares.

Ritondo, sin embargo, sostiene la necesidad del acuerdo y lo defiende con el argumento pragmático: en varias provincias donde el PRO se presentó por fuera del frente libertario quedó relegado electoralmente. Para él, la unidad es la única manera de enfrentar un peronismo que probablemente se presente unificado en septiembre.

El diputado cuenta con el respaldo de Diego Santilli, Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Ramón Lanús (San Isidro) y los legisladores Matías Ranzini, Agustín Forchieri y Alejandro Rabinovich. Todos ellos creen que es posible un entendimiento que no implique una rendición del PRO, sino una alianza electoral con condiciones.

Martínez, intendenta de Vicente López y referente cercana a Jorge Macri, planteó que el PRO “no puede perder su identidad” y llamó a sumar al radicalismo y la Coalición Cívica. La intención de ampliar el espacio hacia una reedición de Juntos por el Cambio vuelve a sonar fuerte en los distritos del interior.

En paralelo, los intendentes de Pinamar (Juan Ibarguren), Zárate (Marcelo Matzkin) y el propio Montenegro se muestran más permeables al acuerdo con los libertarios, aunque aún no han definido términos ni cerrado compromisos formales sobre las listas.

“No están las pautas claras de cómo llegar a ese acuerdo. La voluntad existe de ambos lados, pero falta que se definan parámetros. El PRO tiene que conservar el liderazgo donde gobierna. Ese es el límite”, resumió Matzkin, en nombre de quienes aún transitan una zona gris de indefinición.

Con el plazo legal para la inscripción de alianzas venciendo en pocas semanas, la pulseada interna se intensifica. Mientras Ritondo negocia con Pareja, los intendentes reclaman reglas claras y respeto por el trabajo territorial. La resistencia macrista vuelve a marcarle condiciones al acuerdo con Milei.