
El Poder Judicial de Mendoza dio inicio esta semana a un proyecto innovador que busca evaluar cómo incide la calidad del sueño en el rendimiento de los jueces, en especial en su capacidad de tomar decisiones. La iniciativa, denominada “Impacto del sueño en las decisiones judiciales”, se concentrará en magistrados del fuero penal, quienes durante dos semanas utilizarán dispositivos conocidos como actímetros, que registran datos sobre el sueño y la actividad física.
Impulsado por los ministros de la Suprema Corte Mario Adaro y José Valerio, el proyecto cuenta con la participación del reconocido neurocientífico Diego Golombek, director del Laboratorio Interdisciplinario del Tiempo y la Experiencia (LITERA) de la Universidad de San Andrés, y de la politóloga Victoria Lescano, quien coordina académicamente la propuesta.
“Queremos entender cómo el descanso -o su ausencia- influye en procesos clave como la atención, la memoria o la capacidad de tomar decisiones”, explicó Golombek en la jornada inaugural, que tuvo lugar en el Salón de Usos Múltiples del Polo Judicial Penal. Allí, jueces y juezas recibieron una capacitación introductoria en cronobiología y neurociencia aplicada al trabajo judicial, marcando un hito en la incorporación de ciencia dura al análisis del funcionamiento judicial.
Además del uso de los dispositivos para la recolección de datos, el proyecto incluye actividades complementarias como jornadas de reflexión sobre salud mental, estrés laboral y hábitos saludables, con el objetivo de pensar el rol judicial desde una mirada más integral y humana. “No podemos perder de vista que las decisiones que tomamos tienen un impacto directo en la comunidad”, subrayó el ministro Adaro, destacando la necesidad de innovar en la forma en que se aborda la función pública en el derecho.
Los actímetros permitirán obtener datos objetivos sobre el descanso de los magistrados, que serán procesados y analizados para detectar patrones que puedan vincularse con el desempeño en la función judicial. El enfoque no solo apunta a medir variables cognitivas, sino también a abrir el debate sobre las condiciones laborales dentro del Poder Judicial, un ámbito donde el ritmo exigente, las presiones institucionales y el desgaste emocional muchas veces son naturalizados o invisibilizados.
La recepción del proyecto fue ampliamente positiva por parte de los jueces que participarán del estudio. Desde la organización destacaron que “este tipo de iniciativas permiten visibilizar problemáticas internas que muchas veces quedan silenciadas en el fuero penal”, señalando la importancia de abrir espacios que permitan repensar el rol judicial desde otras dimensiones, más allá del expediente y la norma.
LN