02/07/2025 - Edición Nº876

Agro

Argentina Visión 2040

Agro e inteligencia artificial: las claves para la próxima década

26/06/2025 | Para la próxima década, el campo se proyecta con IA, biotecnología y nuevos perfiles digitales



En el marco de Argentina Visión 2040, el evento organizado por ADBlick Agro, Argensun Foods, el Centro de Agronegocios de la Universidad Austral y Lartirigoyen, uno de los paneles se enfocó en las tendencias del negocio y las oportunidades que la agroindustria argentina tiene de cara a la próxima década.

La tecnología avanza a un ritmo inimaginable hace solo una década, con la irrupción de la inteligencia artificial (IA) como principal factor disruptivo.

Néstor Sibaja, transformational business partner en CoCreaBiz, cuestionó los liderazgos tradicionales: “¿Estoy liderando desde un valor que puede volverse obsoleto en tres meses?”, se preguntó. Según sostuvo, el agro debe abandonar lógicas heredadas y avanzar hacia decisiones basadas en datos. “El gran desafío es transformar un portaaviones en una nave liviana sin perder esencia”, graficó.

En este escenario, Demián Gil Mariño, Technology Manager de Microsoft para América Latina repasó algunos conceptos generales para entender a la IA, como está reconfigurando la dinámica de las empresas y cúal es su impacto en el agro

Como punto de partida, Gil Mariño consideró que la IA forma parte de una nueva ola tecnológica que incluye -entre otros componentes- robótica y drones, tecnología que el campo sabe usar y aprovechar al máximo. Este desembarco de la inteligencia artificial se divide en tres fases. La primera es la de aprendizaje automático, que por ejemplo puede determinar el estado de un cultivo y se trata de una tecnología que requiere inversión, para poder correr modelos en la nube.

La segunda etapa llegó hace dos años, a partir del Chat GTP. “Ese modelo ya fue entrenado, se le pregunta lo que se quiere en el momento y representa la democratización de la inteligencia”, sostuvo.

Gil Mariño: "Chat GTP representa la democratización de la inteligencia"

Con respecto a la tercera pata de esta tecnología, la Super Inteligencia, remarcó que por el momento es una posibilidad lejana. Por el momento, está la posibilidad de contar con robots en las fábricas y algunos modelos de vehículos y tractores autonómos, que en realidad deben ser vistos como robots.

El cambio en las empresas. 

En 2025, Gil Mariño explicó que se está redefiniendo los rasgos esencialmente humanos, que la IA no puede emular, como el juicio experto, la empatía y la conexión entre personas. En este escenario, empezó a tomar forma un nuevo perfil en las empresas: los empleados digitales, que son quienes usan asistentes digitales para hacer las tareas con mayor rapidez. 

“La segunda etapa es trabajar con agentes y pedir tareas específicas, como hacer un plan de negocio. El tercer estadio es cuando hay un conjunto de agentes, cuando llevan de manera automática o con control humano determinadas labores”, reconoció el directivo. 

Este punto no es menor, porque la inteligencia en las empresas deja de ser un recurso difícil de obtener y pasa de ser escaso a abundante. En la actualidad, Gil Mariño explicó que en materia de recursos humanos, las empresas se encuentran al límite en su capacidad para entregar mejores resultados. 

Para mejorar su performance, deberán sumar estas estructuras. “La mejor manera de que no nos reemplace la IA es aprender a usarla”; reflexionó.

La IA en el agro

Gil Mariño explicó que la inteligencia artificial comienza a ocupar un rol clave en el agro argentino. Las tecnologías basadas en IA permiten predecir los rendimientos de los cultivos a partir de datos históricos, lo que facilita la planificación y la asignación eficiente de recursos. También se utilizan para optimizar los momentos de cosecha, con el fin de asegurar volumen y calidad en la producción.

En este punto, afirmó que el uso de sensores y sistemas de monitoreo contribuye al desarrollo de una agricultura basada en datos, lo que permite a los productores responder de forma más precisa a las necesidades de cada lote.

Este avance tecnológico forma parte de un ecosistema emprendedor que se consolida en Argentina. La convergencia de inteligencia artificial, Internet de las Cosas, robótica y sensores está optimizando diversas etapas del ciclo productivo. Desde la identificación de plagas hasta la predicción de rindes, la digitalización de procesos comienza a transformar la manera en que se produce. 

Las nuevas herramientas también promueven la democratización de la información, generando oportunidades para el desarrollo de nuevos modelos de negocios.

El directivo citó algunos casos de esta sinergioa virtuosa entre las empresas tecnológicas y del sector agro. Una de ellas es la iniciativa conjunta entre Bayer y Microsoft. En este contexto, los agentes y copilotos impulsados por IA se integran como parte del equipo operativo, y cada productor puede gestionar decisiones junto a estas herramientas.

Otros casos, como AgroSmart o Krishi Mitra muestran cómo la inteligencia artificial puede adaptarse a las necesidades de pequeños productores, ofreciendo información técnica contextualizada y accesible en distintos idiomas y formatos.

El rol de la biotecnología y el valor de los jóvenes

Matias Peire Co-Founder de Gridx, destacó que estos avances permiten consolidar el rumbo de la biotecnología,a partir de una premisa clave: el uso de sistemas biológicos para desarrollar o modificar productos o procesos con fines específicos. 

“Hay una ola de nueva disrupción tecnológica basada en biotecnología, esta disrupción tecnológica redefinirá cómo producimos lo que comemos, lo que nos cura, lo que nos viste y dónde habitamos”, sostuvo.

En este punto, reconoció que “una nueva generación de startups usando estas tecnologías emergieron en los últimos diez años y su crecimiento será exponencial. Argentina ya está siendo protagonista en América Latina de esta nueva generación y ell agro y sus industrias derivadas pueden participar activamente de esta nueva disrupción”. 

Peire: "Hay una ola de nueva disrupción tecnológica basada en biotecnología"

Josefina Demicheli, ingeniera agrónoma de la UBA y breeder de semillas, planteó que la educación es una condición necesaria para generar valor agregado en el sector agroindustrial. Según explicó, la búsqueda de valor en el agro ya no se limita solo a la transformación de una materia prima, sino que comienza mucho antes, en el desarrollo de tecnologías aplicadas a una semilla. En ese sentido, advirtió que el actual marco regulatorio no protege adecuadamente el trabajo de los mejoradores genéticos.

La especialista señaló que existe una fuga de talento joven en el ámbito científico y una pérdida de reconocimiento social hacia la ciencia. “No se le da el valor que merece desde la sociedad”, indicó. A su vez, destacó que hay recursos humanos preparados para avanzar en esta dirección, incluyendo analistas de datos biotecnológicos, desarrolladores y programadores.

Demicheli subrayó que muchos de los referentes en estas áreas del conocimiento son jóvenes. En este contexto, planteó la necesidad de generar espacios concretos que les permitan desarrollarse profesionalmente. “¿Qué estamos haciendo para generar espacios para estos jóvenes?”, se preguntó.