27/06/2025 - Edición Nº871

Internacionales

Crisis social

Kenia sacudida: protestas, muertos y saqueos reavivan el malestar de Kipchumba Murkomen

27/06/2025 | Al menos 16 personas murieron tras una nueva jornada de protestas en Nairobi y otras ciudades, impulsadas por jóvenes kenianos que denuncian violencia policial.



La ciudad de Nairobi amaneció cubierta de cenizas, humo y rabia contenida. Comerciantes y voluntarios se dedicaron desde temprano a limpiar los escombros de tiendas saqueadas y edificios incendiados. Los daños fueron visibles en al menos diez edificios del centro, algunos de ellos completamente calcinados. "Lo perdí todo. Tenía ropa, zapatos, productos importados. Calculo unas pérdidas de más de dos millones de chelines", contó Josephine Apondi, comerciante local.

La jornada anterior, marcada por movilizaciones masivas, fue una de las más violentas del último año. Las protestas se extendieron a más de 26 condados en todo el país y dejaron tras de sí un rastro de destrucción y temor. En varias regiones se reportaron enfrentamientos entre la policía y manifestantes, con el uso de gas lacrimógeno, cañones de agua y munición real.

La generación que está alzando la voz

Los protagonistas de estas marchas han sido jóvenes de la Generación Z, muchos de ellos organizados en redes sociales y movilizados por la muerte del blogger Albert Ojwang, quien falleció tras ser detenido por agentes de seguridad. Su caso encendió la chispa en una población ya cansada de abusos policiales, desempleo y falta de oportunidades.

El aniversario de las protestas contra el alza de impuestos en 2024 fue el detonante simbólico. En aquellas manifestaciones murieron más de 60 personas. Este 26 de junio, la ciudad se volvió a llenar de pancartas, cánticos y una exigencia clara: justicia y dignidad para los ciudadanos común.

Balance trágico y preguntas sin respuesta

Según Amnistía Internacional, al menos 16 personas murieron por heridas de bala, presuntamente disparadas por las fuerzas de seguridad. Las autoridades locales han sido hasta ahora ambiguas respecto al número oficial de víctimas y las circunstancias exactas de los fallecimientos.

El gobierno ha iniciado investigaciones y la Fiscalía presentó cargos por asesinato contra seis personas, entre ellas tres policías, vinculados con la muerte de Ojwang. Todos los acusados se declararon inocentes. Las organizaciones de derechos humanos insisten en que los excesos policiales han sido sistemáticos y exigen transparencia y rendición de cuentas.

Reacción internacional y futuro incierto

Diversos países y organismos internacionales, incluida la Unión Africana, han expresado su preocupación por el uso excesivo de la fuerza y han llamado al gobierno keniata a dialogar con los manifestantes. La situación económica y el descontento juvenil apuntan a una tensión que podría recrudecerse en los próximos meses.

Por ahora, mientras se barren los restos de otra jornada de furia y dolor, miles de kenianos siguen preguntándose cuántas vidas más deberán perderse para que el Estado escuche a su pueblo.