
El Ministerio de Economía de la Nación, conducido por Luis Caputo, puso en marcha un ambicioso Código de Ética que redefine los estándares de comportamiento dentro de la gestión pública.
Aprobado en junio de 2025, el documento de 43 páginas establece principios rectores obligatorios para todos los empleados y funcionarios, sin importar su jerarquía, función o tipo de contratación.
El código propone una renovación profunda de la cultura organizacional, centrada en la transparencia, la integridad y la responsabilidad en el uso de los recursos públicos.
En su introducción, el propio Caputo señala que este nuevo marco busca posicionar al ministerio como ejemplo de una administración moderna, ética y enfocada en el bienestar colectivo.
Los cinco pilares centrales que estructuran el documento son: integridad, transparencia, responsabilidad, igualdad de trato y sostenibilidad.
En materia de integridad, el Código es tajante: se prohíbe la aceptación de regalos, dádivas o beneficios personales; se exige evitar cualquier conflicto de interés y se promueve la toma de decisiones imparciales.
También establece normas sobre viajes, obsequios y uso de recursos del Estado, que no pueden tener fines privados bajo ninguna circunstancia.
Respecto a la transparencia, se enfatiza que toda la información generada por el ministerio es pública por definición. Por ello, se ordena garantizar el acceso ciudadano a datos sobre gestión, uso del presupuesto y toma de decisiones, en línea con la Ley de Acceso a la Información Pública. La obligación de presentar declaraciones juradas y registrar audiencias es parte de este compromiso.
El principio de responsabilidad exige a cada funcionario actuar con idoneidad, eficiencia y apego a la ley. Además, el Código impone estrictas normas sobre el manejo de información sensible y advierte sobre el uso personal de redes sociales: toda publicación debe evitar confusiones con la posición oficial del organismo.
En cuanto a la igualdad, el nuevo marco promueve un entorno libre de discriminación, violencia o maltrato. Se establece la selección de personal por mérito, sin importar género, edad, raza, ideología o condición social.
Toda forma de acoso, discriminación u hostigamiento será sancionada, y se habilitaron canales específicos para denunciar estos hechos, garantizando confidencialidad y protección.
El compromiso con la sostenibilidad cierra el cuerpo del documento. Se promueve el uso responsable de recursos, la preservación del medio ambiente y el respeto por el patrimonio artístico y cultural del ministerio, todo bajo un enfoque de desarrollo que no comprometa a las futuras generaciones.
La aplicación del Código estará a cargo del Comité de Integridad del ministerio, que supervisará su cumplimiento y sugerirá mejoras permanentes.
Además, se implementarán capacitaciones obligatorias para todo el personal, con el objetivo de garantizar que los principios éticos sean conocidos y aplicados de forma concreta en la gestión cotidiana.
Toda infracción será pasible de sanciones administrativas, civiles o penales. “No se podrá alegar desconocimiento del Código ni obediencia a una orden superior como excusa para violar estas normas”, aclara el texto.
Con esta iniciativa, el Ministerio de Economía busca dejar atrás viejas prácticas y construir una institución más sólida, abierta y confiable, donde la ética pública no sea solo un ideal, sino una regla de juego.
FS