28/06/2025 - Edición Nº872

Política

Tensión peronista

Kicillof vs. Máximo-Massa: la batalla silenciosa que define el futuro del peronismo bonaerense

28/06/2025 | El gobernador bonaerense busca negociar mano a mano con Máximo, pero desde La Cámpora y el massismo intentan diluir su poder.



En el marco de una guerra fría interna entre el kirchnerismo y el kicillofismo, el peronismo bonaerense empieza a debatir el armado electoral que unifique sus distintas fuerzas detrás de una estrategia común, aunque el proceso enfrenta obstáculos importantes.

La reunión del viernes pasado en la sede nacional del Partido Justicialista, convocada por Máximo Kirchner, fue el primer intento de consenso. En el encuentro estuvieron presentes referentes del Frente Renovador de Sergio Massa, el Frente Patria Grande de Juan Grabois, Principios y Valores de Guillermo Moreno, Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella, Kolina de Alicia Kirchner y el Frente Grande de Mario Secco.

El Movimiento Derecho al Futuro (MDF), espacio de Axel Kicillof, no tuvo representación formal, ya que no es un partido político. Desde el kirchnerismo sostienen que el Frente Grande —presidido por Secco— representó al MDF en esa reunión, algo que el kicillofismo desmiente.

Para el kicillofismo, quienes participaron en Matheu 130, salvo el Frente Grande, integran un mismo espacio con una estrategia consensuada —especialmente La Cámpora y el Frente Renovador—, y por eso consideran al MDF un actor político diferente.

Al dividir el panorama panperonista en dos grandes bloques, el kicillofismo busca aumentar su poder de negociación frente al kirchnerismo. De aceptarse al MDF como una fuerza más entre varias, se diluiría su peso e influencia en el armado.

Esta disputa simbólica tiene consecuencias concretas: una mesa de negociación con solo dos actores —Kicillof por un lado, Máximo-Massa por el otro— otorga al gobernador bonaerense una mayor capacidad de intervención que si la mesa fuera multipartita.

Máximo Kirchner apuesta a presentar a Sergio Massa como un interlocutor con igual poder que Kicillof, consolidando un bloque que controle el armado electoral y limite la influencia del gobernador. Desde el MDF advierten que esta maniobra busca debilitar a Kicillof y negar la representatividad real del Frente Renovador.

Aunque Kicillof logró abrir un canal con el kirchnerismo a través de interlocutores como Federico Otermín, intendente cristinista de Lomas de Zamora, reconoce que la relación no es suficiente para negociar en igualdad de condiciones con Máximo, considerado delegado natural de Cristina Kirchner.

El gobernador anunció públicamente su intención de convocar a una mesa de diálogo amplia entre los sectores del peronismo para consensuar la estrategia electoral, pero el kirchnerismo sostiene que la convocatoria debe partir del Partido Justicialista bonaerense.

En esta disputa de egos y poder simbólico, quien convoque tendrá la ventaja de fijar la agenda y las bases del acuerdo, por lo que cada movimiento es cuidadosamente calculado para no perder terreno.

Más allá del teatro político, la necesidad imperiosa es cerrar un frente unido para enfrentar la amenaza de La Libertad Avanza, que podría propinar una derrota histórica al peronismo en la provincia.

El proceso de acuerdo contempla varias bisagras, empezando por qué fuerzas integrarán la alianza y cómo se designarán los apoderados legales. También se definirá el método para seleccionar candidaturas en las ocho secciones electorales y en las listas nacionales.

El gobernador propone elegir los cabezas de lista según el desempeño en encuestas, mientras que La Cámpora y el massismo prefieren un reparto por cupos proporcional a la representatividad de cada sector, en un mecanismo que asegure el equilibrio interno.