
Una investigación judicial por estafas reiteradas y uso de documentación apócrifa derivó en 23 allanamientos simultáneos en el conurbano bonaerense y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El operativo, a cargo de la Policía bonaerense a través de la DDI Morón, terminó con cinco detenciones, aunque el principal implicado no pudo ser ubicado: se trata de Matías Rodrigo Giovanelli, un abogado que se presenta como influencer legal en redes sociales, donde ofrecía asesoramiento para obtener dinero tras un siniestro vial.
La causa, impulsada por la Unidad Funcional de Instrucción N.° 5 y el Juzgado de Garantías N.° 6 de Morón, se inició luego de una denuncia presentada por la aseguradora La Patronal Seguros, que detectó irregularidades en múltiples reclamos por accidentes supuestamente ocurridos en condiciones similares.
La maniobra, aparentemente, incluía la simulación de siniestros viales, el uso de documentación falsificada y facturas truchas, además de un esquema de promoción online que dirigía a los usuarios a “servicios legales” para obtener compensaciones.
Según fuentes judiciales, la estructura criminal contaba con la participación de profesionales del derecho, del ámbito médico y de personas reclutadas para realizar denuncias falsas. Las pruebas recabadas apuntan a un funcionamiento metódico: desde la creación de choques ficticios hasta la generación de historias clínicas y presupuestos inventados para sustentar los reclamos ante aseguradoras.
Entre los elementos secuestrados durante los procedimientos figuran 10 teléfonos celulares, dos notebooks, tres CPU, una tablet, un pendrive y abundante documentación de interés.
El nombre de Matías Rodrigo Giovanelli aparece como eje articulador de la operatoria. Desde su perfil en Instagram, el abogado acumulaba reproducciones en videos donde explicaba cómo realizar los reclamos para cobrar una indeminización por un siniestro vial.
Aunque la justicia ya emitió un pedido de captura nacional e internacional, Giovanelli aún no fue localizado. Para los investigadores, su rol no era sólo técnico: “Era el promotor digital de un sistema de fraude a escala, con capacidad de captación masiva a través de las redes sociales y conocimiento profesional del funcionamiento del sistema legal”, explicaron.
LN