
La fiscal general Pam Bondi informó que más de 2.700 personas vinculadas al Tren de Aragua han sido arrestadas en territorio estadounidense. La cifra fue presentada durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, donde Bondi definió al grupo como "una de las organizaciones criminales más violentas del mundo". El anuncio se enmarca en un contexto de creciente presión del expresidente Donald Trump por mostrar firmeza frente al crimen organizado extranjero.
La cifra exacta presentada fue de 2.711 detenidos, según la fiscal, lo que representa el mayor golpe coordinado contra esta estructura criminal en Estados Unidos. Bondi señaló que el operativo fue posible gracias a la colaboración de agencias federales, estatales y locales, y aseguró que los arrestos son parte de un esfuerzo sostenido para "eliminar esta amenaza del país".
El Tren de Aragua es una banda nacida en Venezuela, con base en la cárcel de Tocorón, que se ha expandido en los últimos años por varios países de América Latina. Aunque en naciones como Chile, Colombia o Perú ha demostrado tener una estructura jerárquica, su presencia en Estados Unidos habría sido hasta ahora fragmentada y limitada, según reportes de inteligencia y medios internacionales como Reuters y The Guardian.
Expertos consultados por agencias internacionales advierten que el uso del término "infiltración" puede responder más a una narrativa política que a un diagnóstico criminal estructurado. Varios jueces federales ya han expresado dudas sobre la calificación de "terroristas" aplicada a miembros de la banda, lo que ha puesto en entredicho parte del sustento legal de las detenciones.
La administración Trump ha utilizado una interpretación agresiva del Acta de Enemigos Extranjeros de 1798 para acelerar deportaciones y detenciones. No obstante, esa estrategia ha sido objeto de recursos judiciales por su posible inconstitucionalidad. Diversos jueces han cuestionado la validez de las pruebas y el vínculo directo entre los detenidos y el Tren de Aragua como organización.
Fuentes cercanas al Departamento de Justicia indicaron que varios de los arrestos se realizaron por otros delitos, y solo posteriormente se los vinculó con la banda criminal. Esta situación plantea interrogantes sobre el uso del caso en el marco de una campaña presidencial donde la seguridad y la inmigración ilegal se han convertido en ejes discursivos claves para el trumpismo.
La fiscal general Pam Bondi asegura que han arrestado en EEUU a 2.711 miembros de la banda criminal chavista Tren de Aragua:pic.twitter.com/LhEeIhbH2M
— Emmanuel Rincón (@EmmaRincon) June 27, 2025
Si bien el impacto del Tren de Aragua es real en el continente, con actividades documentadas en tráfico de personas, drogas y extorsión, analistas advierten que en Estados Unidos no se ha probado una estructura nacional coordinada. El uso del caso como bandera política podría opacar los esfuerzos genuinos de cooperación regional contra el crimen transnacional.
La cifra de 2.711 arrestos sigue siendo impresionante desde el punto de vista operativo. Sin embargo, aún queda por verse cuántos de esos casos terminan con cargos formales, condenas judiciales y vínculos probados con la organización venezolana. La justicia y la opinión pública se moverán ahora entre el aplauso por el golpe y la pregunta sobre su fundamento.