
En una elección marcada por la baja participación en las urnas, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, pudo salir a cantar victoria de la mano del aparato y la estructura territorial y política.
Pero las señales de alerta debido a la pésima performance electoral en Rosario dejó a todo el oficialismo atónito.
En una de las cunas de poder más importantes que tiene el gobernador de la mano de un aliado como Pablo Javkin, decisiones intempestivas de último momento dejaron al oficialismo desarmado y dividido.
La sociedad los rechazó y dejó terceros. Dándole el triunfo al peronista Juan Monteverde y el segundo lugar a un liberal, Juan Pedro Aleart.
“Pullaro se empezó a pelear con todos por su arrogancia, al paso que va no gana la próxima elección”, sentenció un hombre incondicional pero realista.
La baja participación se llevó sin duda el gran título de este domingo. Ni la mitad de los ciudadanos en condiciones de hacerlo concurrió a votar.
La democracia nos muestra el desinterés que hay hacia la dirigencia política en general. Habrá que ver si quienes gobiernan toman nota de ello.
De acuerdo a los datos aportados en el búnker de Pullaro, el mandatario provincial a través de su sello Unidos por Santa Fe cosechó el triunfo en 247 de 304 localidades computadas.
¡Una muy buena elección de Unidos en toda la provincia de Santa Fe! Más del 80% de los santafesinos tendrán gobiernos locales de la coalición oficialista, consolidando un proyecto de gestión que avanza con orden, trabajo y resultados.
— Maximiliano Pullaro (@maxipullaro) June 30, 2025
Que la bota se haya pintado del color de… pic.twitter.com/iXPQ769q1Z