
Arturo Coello y Agustín Tapia se consagraron campeones de la escala Valladolid del Premier Padel al vencer en la final a Juan Lebron y Franco Stupaczuk por 7-5 y 6-4, en un torneol muy emotivo que sirvió como revancha para el español, que nació a escasos minutos de este escenario y donde nunca había podido levantar el trofeo.
“Sabía que la espinita no se me iba a quitar hasta ganar aquí. Este era mi sueño, y se lo vuelvo a dedicar a mi abuelo”, confesó el Rey Arturo tras el partido, quien nació en el distrito Mojados, de esta ciudad, y fue ovacionado por los locales en cada aparición.
Su conexión con el público de Valladolid lo convirtió en una de las grandes postales del certamen. De hecho, la ceremonia inaugural lo incluyó en un peloteo simbólico junto a autoridades de la ciudad y figuras históricas del pádel como Carolina Navarro.
Por la rama femenina, Paula Josemaría y Ariana Sánchez, también se coronaron campeonas del torneo al vencer en una disputadísima final a Bea González y Claudia Fernández por 6-4 y 7-5.
Paula vivió una situación similar a la de Coello, ya que fue justamente en Valladolid donde dio sus primeros pasos como jugadora profesional. “Este torneo me hacía especial ilusión. Entrené aquí durante años y, aunque ya no viva en Valladolid, le tengo muchísimo cariño”, confesó tras alzarse con el título.
España vibra en cualquier parte, pero la Plaza Mayor de Valladolid tiene un encanto particular al estar rodeada por bellas edificaciones que hacen una postal turística. De hecho, fue tal la convocatoria que más de 5.000 personas llenaron las gradas, con tickets vendidos a aficionados de 28 nacionalidades.
La cancha central, montada sobre los adoquines de la plaza, mostró una estética urbana, tribunas repletas y un entorno que respiró pádel durante nueve días. Las imágenes que dejó el torneo -palas elevadas frente a la catedral, banderas flameando entre peloteos y selfies sin descanso- confirmaron que Valladolid no sólo recuperó su lugar en el calendario internacional, sino que también reafirmó su identidad como ciudad de pádel.
La competencia, tercera en importancia dentro del calendario oficial, reunió a las mejores palas del mundo y fue una verdadera fiesta del deporte.