30/06/2025 - Edición Nº874

Judiciales

Escándalo en La Pampa

“Trajeron torta”: la declaración de los presos que hicieron de mozos en la boda de un jefe policial

30/06/2025 | Varios detenidos declararon en el juicio que fueron llevados por el oficial Cristian Galván a su fiesta de casamiento para cocinar y atender a los invitados. El fiscal pidió un año y tres meses de prisión condicional e inhabilitación.



Los testimonios de al menos cuatro detenidos que aseguraron haber sido llevados por el oficial inspector Cristian Galván a su fiesta de casamiento para trabajar de mozos y parrilleros se convirtieron en la evidencia más fuerte contra el jefe policial acusado de incumplimiento de los deberes de funcionario público.

El fiscal Guillermo Sancho consideró que esos relatos son contundentes y pidió una condena de 1 año y 3 meses de prisión condicional, más inhabilitación especial por el doble de tiempo.

El hecho ocurrió a fines de mayo de 2024, cuando Galván era jefe de la subcomisaría de Lonquimay. Según el expediente, al menos seis internos alojados en la dependencia fueron sacados de sus celdas ese día para colaborar con la organización de su fiesta de bodas.

Uno de los testimonios más reveladores fue el de Claudio Araneda, quien estuvo un año y nueve meses detenido en Lonquimay y actualmente se encuentra en la Delegación Sur de Santa Rosa. “Cuando me enteré que había un casamiento, me ofrecí a colaborar. Fui con Galván al salón, limpié, serví la comida, después Urrutia hizo el asado. Sánchez llegó como al mediodía. Estuvimos hasta las 3 de la tarde”, dijo el interno, según reveló el Diario de La Pampa.

Cristian Galvan comenzó a ser juzgado la semana pasada y podría recibir una condena a un año y tres meses de prisión. 

Denis Álvarez Pérez, otro de los detenidos que participó en la audiencia, está actualmente en Uriburu cumpliendo el año y medio que le resta de condena. Confirmó haber salido con Galván a pie hacia el salón de fiestas. “Limpiamos, ordenamos, servimos el almuerzo. Éramos cuatro o cinco. Urrutia hizo el asado, Sánchez y Corbalán sirvieron la comida. Después limpiamos y volvimos solos a la comisaría”, aseguró.

El más comprometido fue Oscar Urrutia, que continúa detenido en Lonquimay bajo régimen de semilibertad laboral. Al principio negó haber estado en la fiesta, pero quebró en medio de la audiencia. “No quiero acusar a nadie, soy solo un interno”, dijo entre lágrimas. Luego reconoció: “No fui mozo, fui a hacer el cordero. Galván nos pidió ayuda y salimos a las 10 de la mañana con otro policía. Volvimos cerca de las 4”.

Oscar Sánchez, con una condena de seis años desde 2022, fue señalado por varios testigos como uno de los mozos. Él negó rotundamente haber participado. “Yo fui a llevar leña, no estuve en la fiesta”, insistió, aunque sus compañeros lo ubicaron sirviendo comida. Dijo que su trabajo en la comisaría incluía cortar pasto, cuidar los animales y hacer limpieza, y que se enteró del casamiento porque “trajeron torta”.

Los dos internos restantes, Oscar Meza y Juan Cuello, no fueron mencionados por los policías ni se identificaron como partícipes del evento. Ambos se limitaron a decir que escucharon hablar del casamiento pero no vieron salir a sus compañeros.

El fiscal Sancho consideró que los testimonios permiten concluir que Galván actuó con conocimiento y abuso de su función, generando un “peligro cierto” al trasladar presos a una fiesta privada sin autorización. Sostuvo que el oficial actuó con dolo y pidió además reglas de conducta por dos años.

Galván declaró al final del juicio y sostuvo que todo responde a una interna policial. Aseguró que desde que llegó a Lonquimay sufrió maltrato y persecuciones, y apuntó contra un jefe que, según él, buscaba sacarlo del cargo. “Cuando un jefe te quiere destruir, te destruye”, dijo, y negó haber dado órdenes ilegales.

La sentencia será anunciada el 28 de julio a las 10 de la mañana por el juez Aníbal Olié, quien durante el juicio debió intervenir reiteradamente para recordar a los testigos que estaban bajo juramento. 

LN