
La noche del 29 de junio dejó una escena que el Chile post-dictadura jamás había contemplado: el Partido Comunista (PC) dominó las primarias presidenciales con una holgura que ni sus propios dirigentes se atreverían a pronosticar. Jeanette Jara, rostro visible de la reforma laboral de las 40 horas, cosechó 63.946 votos (59 %), duplicando a Carolina Tohá.
Más allá de la cifra, el hito rompe con tres décadas de hegemonía socialdemócrata y proyecta a una lideresa de perfil técnico-popular, curtida tanto en la calle como en la gestión ministerial.
La victoria comunista cristaliza una crisis interna del bloque oficialista. El Socialismo Democrático quedó relegado al segundo lugar con un 28,8 %, mientras el Frente Amplio apenas rozó el 9 % encarnado en Gonzalo Winter. El resultado muestra el desgaste de la moderación frente al avance conservador de José Antonio Kast.
Para el PC, la noche guardó sabor a revancha: pasa de partido de apoyo a timonel del proyecto progresista. Expertos destacan la convergencia entre radicalismo histórico y pragmatismo gubernamental.
Jara capitalizó tres logros: la Ley 40 Horas, el salario mínimo más alto de Sudamérica y la reforma previsional. Estas medidas le otorgaron credenciales de gestión y cercanía ciudadana.
El PC desplegó una maquinaria territorial en sindicatos y juntas vecinales, con el respaldo tácito de La Moneda. Gabriel Boric apoyó su candidatura como intento de unificar al oficialismo. La votación fue eficaz pese a una participación del 9 % del padrón.
Desde la derecha, Kast calificó el resultado de “alerta roja” y advirtió sobre un “gobierno extremista”. En el centro, Evelyn Matthei leyó la victoria comunista como reflejo del malestar por seguridad y costo de vida.
En el oficialismo, Tohá aceptó “un mandato claro” pero exigió un programa amplio, mientras el Frente Amplio pidió cuotas de poder.
Jara alcanza un 16 % de intención de voto, ocho puntos detrás de Kast. El “efecto victoria” podría mejorar su desempeño si asegura el voto joven y mantiene la agenda laboral.
Deberá enfrentar tres desafíos: superar el techo histórico de 700 mil votos, calmar a un empresariado reticente y ofrecer una agenda de seguridad clara. La delincuencia es la principal preocupación ciudadana (78 %, Cadem).
Locura total en Chile.
— Agustín Antonetti (@agusantonetti) June 30, 2025
El Partido Comunista acaba de ganar las elecciones primarias de la izquierda y Jeanette Jara será la candidata presidencial.
Para que tomen una dimensión de su ideología, Petro y Sheinbaum parecen de derecha al lado de esta mujer. Esta super loca. pic.twitter.com/mrVwWujxFc
La irrupción de Jara marca un giro: el comunismo asume liderazgo real en el oficialismo. Su reto será combinar ambición reformista y gobernabilidad para atraer a un electorado moderado.
Si logra equilibrar reforma social y prudencia fiscal, el progresismo chileno podría responder al avance conservador. De lo contrario, su candidatura puede fortalecer a la derecha y convertir la elección en un plebiscito ideológico polarizante.