
Un control de rutina sobre la Ruta Nacional N° 7, a la altura de Junín, terminó con un sorprendente hallazgo: Gendarmería Nacional detuvo a un taxista rosarino que transportaba cerca de 27 kilos de cocaína ocultos en su vehículo.
El operativo fue realizado por efectivos de la Sección Seguridad Vial “Junín”, dependiente del Escuadrón Seguridad Vial “Pergamino”. A la altura del kilómetro 248, los uniformados detuvieron la marcha de un Renault Fluence que se dirigía desde la Panamericana hacia Junín. Lo que parecía un control rutinario se transformó en una investigación federal por narcotráfico.
Al momento de solicitarle la documentación y elementos de seguridad, los gendarmes advirtieron una mochila entre las piernas del conductor. En presencia de testigos, se abrió el bolso y se descubrieron 15 ladrillos envueltos, con una sustancia blancuzca en su interior. Tras las pruebas de campo, se confirmó que se trataba de 15 kilos 780 gramos de cocaína.
El Juzgado Federal de Junín fue inmediatamente notificado del hallazgo y autorizó el traslado del vehículo hacia el Escuadrón para una inspección más detallada. Allí, el can antinarcóticos “Oreo” fue clave para detectar otro escondite: el respaldo del asiento trasero. Al pasar por la zona, el perro reaccionó de manera exaltada, lo que motivó a los agentes a desarmar esa parte del automóvil.
La sospecha fue confirmada: otros 10 kilos 552 gramos de cocaína estaban escondidos en ladrillos similares, junto con una bolsa ziploc que contenía una sustancia rosa —presumiblemente otra droga—, con un peso de 481 gramos.
Finalmente, la justicia dispuso el decomiso total de la droga (26,750 kg), el vehículo y un teléfono celular que también fue incautado como parte de la causa. El conductor quedó detenido e imputado por infracción a la Ley 23.737, que sanciona la tenencia y tráfico de estupefacientes.
LN