
La película animada Elio de Pixar, estrenada el 19 de junio de 2025, marcó un hito no deseado al registrar el peor fin de semana de apertura en la historia del estudio. Con una recaudación de apenas 20.8 millones de dólares en taquilla doméstica, la producción enfrentó un camino plagado de problemas que incluyeron cambios drásticos en su visión creativa, la salida de figuras clave y decisiones que diluyeron elementos distintivos de la historia. Lo que prometía ser una innovadora aventura sobre un niño contactado por una organización intergaláctica terminó, según algunos de sus creadores, como una película que perdió su esencia y en The Hollywood Reporter hicieron un repaso de todo con testimonios incluidos.
En sus primeras etapas, Elio tenía un enfoque fresco y único bajo la dirección de Adrian Molina, conocido por codirigir la aclamada Coco. El personaje principal, un niño de 11 años, fue concebido con rasgos que reflejaban una sensibilidad particular, incluyendo su pasión por el medio ambiente y la moda, como una escena en la que transformaba basura recolectada en la playa en su vestuario. Sin embargo, tras una proyección de prueba en Arizona en 2023, donde ningún espectador levantó la mano al ser preguntado si pagaría por ver la película en cines, Pixar decidió realizar cambios significativos. La retroalimentación de los ejecutivos llevó a una reescritura que eliminó gran parte de la originalidad del personaje, haciéndolo más genérico y alejándolo de su identidad inicial.
La salida de Molina como director marcó un punto de inflexión en la producción. Tras recibir críticas de la cúpula de Pixar, liderada por Pete Docter, Molina abandonó el proyecto, y las directoras Madeline Sharafian y Domee Shi tomaron las riendas. Este cambio trajo consigo una reorientación de la narrativa, eliminando escenas que daban profundidad al protagonista, como referencias a su creatividad y personalidad única. Además, la actriz America Ferrera, quien originalmente daría voz a la madre de Elio, también se retiró, citando conflictos de agenda, aunque fuentes sugieren que su decisión estuvo influenciada por los cambios en la visión del film y la falta de representación latina en el liderazgo del proyecto.
La reescritura de Elio no solo alteró al personaje principal, sino que también dejó a muchos en Pixar descontentos. Creativos que trabajaron en la película lamentaron la pérdida de la visión original. Algunos describieron el resultado final como una historia que "no trata sobre nada", un contraste marcado con la versión inicial de Molina. A pesar de las críticas positivas, con un 81% en Rotten Tomatoes y una calificación A en CinemaScore, la película no logró conectar con el público, y su elevado presupuesto, estimado por algunos en más de 200 millones de dólares, amplificó el impacto de su fracaso comercial.