
por Fede Carestía
El Juego del Calamar, la serie surcoreana que dominó en Netflix, se despidió con un final impactante, diferente al que su creador, Hwang Dong-hyuk, había concebido inicialmente. Protagonizada por Lee Jung-jae como Gi-hun, la serie se estrenó en 2021.
En una entrevista con Variety, Hwang reveló detalles sobre el desenlace original de la historia y las razones detrás de su decisión de tomar un rumbo más trágico, alineado con las realidades del mundo actual. Originalmente, el plan de Hwang para las temporadas 2 y 3 de El juego del Calamar era permitir que Gi-hun sobreviviera y encontrara un cierre más esperanzador.
“Cuando estaba planeando las temporadas 2 y 3, no tenía intención de que Gi-hun muriera. La idea que tenía en mente era que Gi-hun saldría vivo de alguna manera, tal vez como ganador, y regresaría a ver a su hija”, explicó. En esta versión, el protagonista habría logrado superar los horrores del juego y retomar su vida. Sin embargo, este final optimista comenzó a sentirse fuera de lugar para el creador a medida que desarrollaba la historia.
La decisión de cambiar el desenlace surgió de una reflexión profunda sobre el contexto global y la trayectoria emocional de Gi-hun. Hwang sintió que un final feliz no encajaba con la narrativa ni con los eventos mundiales que observaba. “En el proceso de escritura, y mirando lo que estaba sucediendo en el mundo, me di cuenta de que ese no era el final que podía tener la historia”, confesó. En lugar de un regreso a la normalidad, Hwang optó por un cierre en el que Gi-hun se sacrifica por las generaciones futuras.
Un elemento clave en este nuevo final fue la introducción de un bebé, que simboliza la esperanza y el futuro. Hwang explicó que el bebé no estaba destinado a ser una víctima, sino un emblema de lo que la humanidad debe proteger. “El bebé fue incorporado como un símbolo del futuro y la próxima generación, del mundo y también de nuestra conciencia humana, todo lo cual debemos proteger”, afirmó.