Se confirmó el bono de $70.000 para jubilados de la mínima

En el día de hoy, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial el Decreto 444/2025 por medio del cual confirma el bono de $70.000 para jubilados y pensionados de la mínima y para quienes perciben la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor) o pensiones no contributivas por invalidez o vejez. 
Esta cifra permanece congelada desde marzo de 2024 y constituye una de las variables de ajuste del Ministerio de Economía que comanda Luis “Toto” Caputo. Esto afecta a las más de 4,7 millones de personas que perciben esta compensación.

Los $70.000 permiten elevar la jubilación mínima de los $309.294,79 del haber mínimo garantizado a $379.294,79. Es decir, el bono constituye el 18% del total que perciben los jubilados de la mínima. En el caso de la PUAM, el impacto es mayor: el bono representa el 22% del total percibido. El monto de la PUAM es el 80% del haber mínimo, es decir, $247.435,83, que asciende a $317.435,83 al adicionar el bono.
Estos montos se ubican muy por debajo de la canasta básica para adultos mayores, que Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad, estima en $1,2 millones. 

El ajuste en el bono
El congelamiento del bono empeora la situación de los más vulnerables dentro del sistema de seguridad social. A modo de comparación, en julio, mientras quienes se ubican por encima de la mínima, y por ende no perciben bono, vieron incrementados sus haberes 1,5% (correspondiente a la inflación de abril), a los de la mínima con bono sólo le aumentaron 1,2% (esto es, $4.500). 
Si bien esta diferencia puede resultar marginal en un mes, en el acumulado desde marzo de 2024, la brecha es significativa: los haberes aumentaron 130,1%, pero el bono permaneció congelado, por lo cual la mínima con bono sólo se incrementó 85,5%, es decir, 44,8 puntos porcentuales por debajo de los haberes más elevados.
De haberse aumentado el bono en la misma proporción que el haber, en julio debiera ser de más de $160 mil ($161.037). Si al menos lo hubieran incrementado al ritmo de la inflación, debiera ser de $126.000. Sin embargo, desde el año pasado, el Gobierno insiste con que no está previsto un aumento, bajo el ya conocido argumento de que “no hay plata”.

Como consecuencia del congelamiento del bono y de la modificación por DNU de la fórmula de movilidad, el poder adquisitivo de los jubilados ha evolucionado de manera diferencial. Desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) señalan que “en el trimestre mayo-julio 2025, las jubilaciones con bono se ubicarán 14,6% por debajo del último trimestre del gobierno anterior” mientras que “la jubilación sin bono se mantendrá 1,3% por debajo del último trimestre del gobierno anterior”. Advierten que “la comparación trimestral es la adecuada metodológicamente, dada la dinámica de actualización de la fórmula anterior”.

Malas perspectivas para los adultos mayores

La situación de los jubilados y pensionados no tiene perspectiva de mejorar: al estar la fórmula atada a la inflación, no pueden perder poder adquisitivo, pero tampoco podrán recuperar lo perdido.
Este ajuste se profundiza con otras decisiones que el Ejecutivo ha tomado respecto a los adultos mayores, como la reducción de la cobertura en PAMI y el fin de la moratoria previsional.

En ese punto, cabe recordar que la Cámara de Diputados dio media sanción a un proyecto para aumentar las jubilaciones, el bono y restituir la moratoria. La iniciativa aún debe ser tratada en el Senado, pero aún no parece estar en la agenda. No obstante, el Gobierno ya adelantó que vetará la propuesta si se convierte en Ley. Mientras tanto, los jubilados y pensionados continúan movilizándose todos los miércoles al Congreso para defender sus derechos.