
El gobierno de Donald Trump dio un paso decisivo en su estrategia de reformulación de la política exterior al anunciar el fin de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó que el Departamento de Estado asumirá el control total de la asistencia internacional, bajo una lógica de alineamiento con los intereses estratégicos de Washington.
USAID, creada en 1961 bajo la presidencia de John F. Kennedy, fue durante décadas el principal brazo civil de la diplomacia estadounidense. Sin embargo, la administración Trump sostiene que su rol ha sido cooptado por ONGs ideologizadas y burocracias ineficientes, alejadas de las prioridades económicas y geopolíticas del país.
"La asistencia no puede seguir siendo un ejercicio de caridad internacional. Debe ser una herramienta para fortalecer a nuestros aliados y limitar la influencia de actores autoritarios como China", sostuvo Rubio. Según el nuevo modelo, los fondos que antes administraba USAID serán dirigidos directamente por diplomáticos y enviados especiales, con foco en comercio, gobernabilidad y cooperación bilateral.
El recorte afectará a más de 80% de los programas activos, incluidos históricos como el PEPFAR (contra el VIH/sida), salud materna, educación básica y respuesta a crisis humanitarias. En su lugar, la nueva estrategia priorizará iniciativas de infraestructura, inversión y alianzas comerciales con países considerados "estratégicos".
BREAKING 🚨 Secretary Rubio announced USAID has OFFICIALLY ceased operations. This is a huge win for the American people
— MAGA Voice (@MAGAVoice) July 1, 2025
Thank You D.O.G.E. ❤️ pic.twitter.com/TexQqsJo57
La decisión ha generado fuertes críticas tanto dentro como fuera de Estados Unidos. Organismos internacionales y exfuncionarios de gobiernos demócratas y republicanos —incluyendo a Barack Obama y George W. Bush— advirtieron sobre el retroceso en temas de salud global, seguridad alimentaria y respuesta ante pandemias.
Un estudio publicado por la revista médica The Lancet proyecta que, de mantenerse este modelo, podrían producirse más de 14 millones de muertes evitables antes de 2030, principalmente en África y Asia. El Congreso, aunque con mayoría oficialista, ya debate iniciativas para frenar o condicionar parte del redireccionamiento.
🚨🇺🇸 | Marco Rubio, el Secretario de Estado de Trump, anunció el fin de USAID como brazo principal de la ayuda exterior de EEUU.
— La Derecha Diario Estados Unidos (@DerechaDiarioUS) July 1, 2025
Desde ahora, el Departamento de Estado tomará el control directo para garantizar que la asistencia internacional sirva los intereses de Estados… pic.twitter.com/752IwRcRJt
Detrás del cambio subyace un diagnóstico geopolítico: USAID había quedado rezagada frente al avance chino en África, América Latina y Asia mediante el financiamiento de infraestructura y préstamos soberanos. Rubio ha dicho que el nuevo modelo busca competir de manera frontal con la diplomacia del Partido Comunista chino.
Esta "diplomacia comercial agresiva" puede redefinir el rol de EE.UU. en el mundo, pero también pone en tensión el equilibrio entre poder blando, cooperación técnica y liderazgo ético que tradicionalmente distinguió a Washington en el escenario internacional.