
La intensa ola de frío que afecta a gran parte del país obligó a las autoridades energéticas a tomar medidas de emergencia para sostener el abastecimiento de gas natural a hogares, hospitales y escuelas.
Desde las 14 horas del miércoles 2 de julio, el Ente Regulador de Gas (Enargas) convocó al Comité de Emergencia que dispuso interrumpir por al menos 24 horas el suministro de GNC en estaciones de servicio con contratos “interrumpibles”, además de restringir el envío de gas a usuarios industriales y algunas centrales térmicas.
En cambio, las estaciones con contratos “no interrumpibles”, como las ubicadas en Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mantienen el suministro habitual.
También se avanzó con cortes de gas a medianas industrias con contratos interrumpibles, así como a aquellas con acuerdos “firmes con ventana”, a las que sólo se les permite el suministro mínimo indispensable para evitar daños operativos. Algunas usinas eléctricas también se vieron alcanzadas por estas restricciones.
Las regiones más afectadas por la crisis energética son el norte, centro y litoral del país, donde la infraestructura de gasoductos aún no está completamente desarrollada. La finalización de la reversión del Gasoducto Norte es una obra pendiente que podría aliviar la situación en el futuro.
El consumo residencial de gas alcanzó niveles récord, superando los 100 millones de metros cúbicos diarios, lo que desbordó la capacidad de suministro.
La situación se agravó por fallas operativas en dos plantas de tratamiento de gas en la zona de Vaca Muerta, lo que redujo la oferta disponible y forzó una respuesta inmediata.
El Comité Ejecutivo de Emergencia se reunirá nuevamente esta noche, ante la expectativa de un nuevo pico de demanda que se producirá a partir de las 19 horas, cuando las familias regresan a sus hogares y aumentan el consumo de gas para calefacción y cocina