
El Ministerio de Economía envió al Congreso el adelanto del Presupuesto 2026. El documento contiene las principales proyecciones macroeconómicas para este año y una hoja de ruta con los lineamientos centrales que orientarán la política económica del próximo año.
Producto Interno Bruto (PIB):
Para el cierre de 2025, el Gobierno estima un crecimiento del PIB de 5,5%. A nivel sectorial, los motores del crecimiento serían:
Estas previsiones están en línea con estimaciones de organismos internacionales como el FMI, aunque son levemente superiores a las del sector privado, que calcula un crecimiento del 5,2%, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA.
Por otro lado, si se considera el último dato del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), publicado por el INDEC, en abril la economía creció 7,7% interanual y 1,9% en la serie desestacionalizada. Si este nivel se mantuviera constante, el crecimiento anual del PIB rondaría el 4,7%, por debajo de lo previsto por el Gobierno.
El Gobierno proyecta que la inflación interanual será del 22,7% en diciembre de 2025. Para alcanzar esa meta, la variación mensual de precios debería mantenerse por debajo del 1,4% mensual entre junio y fin de año.
Esta previsión es considerablemente más optimista que la del mercado, ya que el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA estima una inflación interanual cercana al 30%.
El Presupuesto prevé que el dólar oficial cierre el 2025 en $1.229, lo que implicaría una suba del 20,4% interanual. De cumplirse esta estimación, el tipo de cambio seguiría funcionando como ancla nominal para la política de precios, profundizando la apreciación cambiaria.
Esta proyección, también se encuentra por debajo de las expectativas del mercado: el REM anticipa un dólar a $1.300 hacia fin de año, lo que implica una diferencia de 5,7% respecto al escenario oficial.
Sector externo:
El Gobierno prevé para 2025 un superávit comercial de USD 4.913 millones, lo que implicaría una baja del 70% respecto al saldo positivo de 2024 (USD 16.901 millones). Este ajuste se explica por el fuerte crecimiento proyectado de las importaciones (+19,6%), frente a un avance más moderado de las exportaciones (+3,8%).
En términos de recaudación, el documento estima que los ingresos tributarios y de la seguridad social crecerán 22,3% en 2026 respecto a 2025. Esto implicaría, a la inversa del discurso oficial, una suba de la presión tributaria de 22,23% a 22,74% del PIB (+0,51 puntos porcentuales).
Este aumento tendría un sesgo regresivo, ya que se apoya principalmente en tributos indirectos como el IVA, que representa el 31% de la recaudación total y aumentaría 18,7% gracias al mayor consumo nominal.
Otras estimaciones destacadas:
• Ganancias: +23,2% interanual y +0,15 p.p. en términos de PIB.
• Bienes Personales: -13%.
• Combustibles Líquidos y Dióxido de Carbono: +61,2%, impulsado por la actualización gradual de las sumas fijas previstas en el Decreto 501/2018.
Finalmente, el anticipo del Presupuesto 2026 ratifica el rumbo elegido por el Gobierno: profundizar el ajuste, reducir la inflación y avanzar con reformas estructurales. El bajo nivel proyectado de inflación y la fortaleza de la actividad dependen de que el ajuste no frene la recuperación del consumo, y de que las tensiones sociales y políticas se mantengan bajo control.