04/07/2025 - Edición Nº878

Policiales

Está acusado por abuso

Esposaron a un preso que tenía dos dedos en una mano y se fugó de un hospital

03/07/2025 | Rolando Tarraga escapó del hospital de Salvador Mazza mientras estaba bajo custodia policial. El hombre, que tiene tres dedos menos en una mano, estaba detenido por abuso sexual con acceso carnal. La Justicia activó un pedido de captura nacional e internacional.



Minchaca Rolando Tarraga, un preso acusado por abuso sexual que estaba detenido en la provincia de Salta, logró evadirse durante una internación médica en el hospital de Salvador Mazza y es intensamente buscado. Lo curioso es que los guardias policiales lo mantenían inmovilizado con un juego de esposas pese a que tiene una mano con solo dos dedos, lo que lógicamente le permitió que pudiera quitárselas sin mayores problemas. 

Tarraga, de 41 años, se encontraba detenido en la dependencia policial de Alto Verde cuando fue trasladado al hospital por presentar, según los registros, dolores pulmonares y lesiones cutáneas en la zona genital. El traslado se concretó cerca de las 16.30 en el móvil 1860. Una médica del centro asistencial decidió dejarlo en observación tras constatar presión alta.

La fuga se produjo alrededor de las 18.30, cuando la policía volvió al hospital para llevarlo de regreso a la comisaría. Según la denuncia presentada por el comisario a cargo, Tarraga aprovechó un descuido en la zona de guardia para salir corriendo hacia el barrio Mataderos. El agente intentó perseguirlo, pero el hombre se perdió entre los basurales de la quebrada. Desde ese momento no fue visto nuevamente.

Un dato clave en la evasión es que Tarraga tiene una malformación congénita en una de sus manos, con la ausencia de tres dedos. Ese aspecto, según la reconstrucción preliminar, habría sido determinante para que el acusado pudiera liberarse de las esposas y huir sin ser advertido.

Ante la gravedad del hecho, el fiscal penal Armando Cazón solicitó al Juzgado de Garantías N.º 1 la captura nacional e internacional del imputado, y ordenó la aplicación inmediata de medidas de seguridad en torno a las víctimas. La mujer que denunció a Tarraga fue asignada a una consigna policial permanente en su domicilio, junto a patrullajes preventivos en la zona.

En declaraciones a medios locales, la joven expresó su temor por la libertad del agresor y reveló que hay otras posibles víctimas que no han denunciado aún, pero que le brindaron apoyo tras conocer su caso. Su madre también cuestionó el accionar de la fuerza de seguridad: “La policía no apareció. Nadie patrulló ni se acercó a preguntar. No puede ser que un violador esté suelto”, reclamó.

LN

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