04/07/2025 - Edición Nº878

Internacionales

Lavado financiero

Vector Casa de Bolsa y su presunto engranaje con el Cártel de Sinaloa sacude a México

04/07/2025 | La designación de alto riesgo del Tesoro expone transferencias a China, pagos internos al Cártel de Sinaloa y obliga a la banca a cortar lazos con Vector.



El golpe propinado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos al designar a Vector Casa de Bolsa como “institución primaria de preocupación por lavado” ha encendido alarmas que trascienden el circuito financiero. La acusación sostiene que la firma, una de las diez mayores intermediarias bursátiles de México, operó durante más de una década como engranaje discreto en la maquinaria de financiamiento del Cártel de Sinaloa, canalizando pagos destinados a la compra de precursores de fentanilo en China y dispersando utilidades del narcotráfico a operadores domésticos sin despertar alertas regulatorias.

El señalamiento, respaldado por la recién promulgada FEND Off Fentanyl Act y la Sección 311 de la Ley PATRIOT, supone la primera aplicación formal de estas facultades sobre una institución mexicana. En la práctica, congela la capacidad de Vector para mover dólares en la banca corresponsal, ordena a los intermediarios estadounidenses cortar lazos en un plazo de 21 días y, según analistas, abre un flanco reputacional sin precedentes que amenaza con redibujar el mapa bursátil del país si la casa de bolsa no logra contener la crisis.

FinCEN aprieta

Detrás de la designación se encuentra un expediente de 364 páginas elaborado por la Red de Delitos Financieros (FinCEN), donde se documentan al menos 1,5 millones de dólares en transferencias que, entre 2019 y 2024, partieron de cuentas de Vector rumbo a laboratorios clandestinos operados por la facción de Ovidio Guzmán. Las órdenes de pago, detallan los investigadores, disfrazaban compras de fertilizantes y aditivos agrícolas, pero en realidad cubrían químicos precursores que llegaban al puerto de Manzanillo antes de ser desviados a “super labs” en Sinaloa.

El expediente añade evidencia de 2 millones de dólares lavados mediante un “money mule” del cartel que utilizó la plataforma bursátil para invertir en fondos de deuda corporativa y liquidar después en Hong Kong y Dubái. De acuerdo con el Tesoro, la sofisticación de los esquemas —mezclando instrumentos legítimos con sociedades fachada— convierte a Vector en un “actor clave” cuya colaboración fue “consistente, consciente y prolongada”, razón suficiente para solicitar su aislamiento del sistema financiero global.

La ruta del dinero

Los investigadores trazan una ruta triangular: México – Estados Unidos – China. Primero, flujos de efectivo del narcotráfico ingresaban al sistema mediante depósitos en ventanilla y compras de papel bursátil de baja denominación. Luego, a través de corresponsales estadounidenses, se giraban transferencias a empresas químicas en Wuhan y Guangzhou. Finalmente, los precursores adquiridos regresaban a México para convertirse en dosis de fentanilo cuyo destino final era el mercado norteamericano, cerrando así un circuito de alto rendimiento y bajo riesgo penal para el cartel.

La clave, según la acusación, radicaba en la capacidad de Vector para proporcionar liquidez en dólares sin levantar sospechas regulatorias. El patrón se repetía: pequeñas órdenes, múltiples beneficiarios aparentes y conceptos genéricos como “servicios de consultoría”. La suma asciende a decenas de millones cuando se revisa el periodo completo, borrando la línea entre inversión bursátil legítima y ingeniería financiera al servicio del crimen organizado y evidenciando grietas de supervisión tanto en México como en Estados Unidos.

Respuesta oficial y privada

La presidencia de Claudia Sheinbaum reaccionó exigiendo a Washington compartir las pruebas, mientras la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) colocó a Vector bajo vigilancia estrecha y designó interventores temporales en sus mesas de operación. En paralelo, agencias como Fitch y HR Ratings recortaron la calificación de la casa de bolsa a “Observación Negativa”, alertando sobre la posibilidad de un retiro masivo de clientes institucionales que complique la continuidad de sus operaciones cotidianas.

Vector, por su parte, emitió un comunicado negando “categóricamente” cualquier nexo con actividades ilícitas y anunció la contratación de un despacho forense internacional para auditar sus transacciones. El mensaje, sin embargo, no frenó la fuga de capitales ni la suspensión preventiva de tarjetas de inversión vinculadas a la firma por parte de Visa y Mastercard, un revés que presiona su liquidez diaria y deja a miles de inversionistas ante la disyuntiva de recolocar portafolios en tiempo récord.

Impacto sistémico

Aunque el mercado accionario mexicano resintió una caída inicial de 2,4 %, las autoridades aseguran que el caso no plantea un riesgo sistémico inmediato porque Vector gestiona menos del cinco por ciento de las operaciones diarias de la Bolsa Mexicana de Valores. No obstante, corredores consultados temen un efecto contagio sobre otras casas de bolsa medianas que dependen de los mismos corresponsales y podrían figurar en la próxima oleada de revisiones de FinCEN si se comprobara la existencia de patrones similares.

El episodio también reaviva el debate sobre la tipificación de los grandes carteles mexicanos como organizaciones terroristas y la posibilidad de que Estados Unidos extienda sanciones a directivos individuales. Si el Tesoro decide avanzar en esa dirección, altos ejecutivos de Vector —y de instituciones asociadas— podrían enfrentar congelamiento de bienes personales y restricciones de viaje, elevando la presión sobre el ecosistema financiero local e impulsando a los reguladores mexicanos a reforzar sus propios mecanismos de cumplimiento.

Respaldo al crimen 

El caso Vector deja expuesto un ángulo poco explorado del narco mexicano: la dependencia de plataformas bursátiles para mover recursos sin levantar sospechas. El hecho de que se haya elegido una firma formalmente regulada, con clientes institucionales y presencia internacional, indica que los carteles han sofisticado sus esquemas financieros mucho más allá de las conocidas redes de efectivo.

La respuesta que den las autoridades mexicanas determinará el rumbo de las próximas semanas. La cooperación efectiva con el Tesoro estadounidense podría traducirse en una depuración acelerada del sector, mientras que una postura defensiva aumentaría la presión diplomática y el riesgo de aislamiento de otros actores financieros. Por ahora, Vector queda en el centro de una tormenta que combina crimen organizado, mercados financieros y geopolítica.