
Cada año, 526 millones de toneladas de alimentos se pierden por fallas en la refrigeración durante el transporte, una cifra que representa el 12% de la producción global. Frente a este desafío, la industria logística está dando un paso clave, que es incorporar telemetría. En concreto, sirve para monitorear en tiempo real las condiciones que determinan la calidad de productos perecederos, desde frutas hasta vacunas.
La cadena de frío cumple un rol silencioso pero vital, que es preservar la calidad y seguridad de millones de productos que consumimos. Desde lácteos y carnes hasta vacunas sensibles a la temperatura, su correcto manejo marca la diferencia entre un alimento nutritivo y uno contaminado.
Sin embargo, las fallas en este sistema generan pérdidas millonarias que afectan la competitividad y podrían evitarse con soluciones como la telemetría.
En este contexto, tecnologías como el monitoreo en tiempo real y la trazabilidad se convirtieron en aliadas clave para mantener la cadena de frío intacta. Permiten vigilar todo el trayecto, desde el origen hasta el destino, eliminando puntos ciegos y activando alertas ante desviaciones térmicas antes de que el daño sea irreversible.
El 55% de los líderes logísticos a nivel global ya invierte en innovación, y el 88% planea destinar más de un millón de dólares a estas mejoras, según un informe privado.
“La tecnología conectada es esencial para proteger la calidad de los productos perecederos”, señaló Marcel Souza, Gerente de Producto y Telemática de Thermo King LATAM. En este sentido,consideró que “con la telemetría en tiempo real, dejamos atrás la reacción ante pérdidas para adoptar una prevención inteligente y oportuna”.
Para las empresas, adoptar sistemas de trazabilidad térmica ya no es solo una cuestión técnica: es una decisión estratégica. Reduce mermas, optimiza recursos, asegura el cumplimiento normativo y fortalece la imagen de marca frente a un consumidor más exigente.
“El monitoreo constante reduce el margen de error humano. Al integrar sensores, conectividad y análisis de datos, logramos que cada tramo de la cadena de frío sea predecible y seguro”, comenta}ó la directiva.
En un mercado competitivo, donde la frescura y la transparencia pesan más que nunca, la inversión en telemetría envía un mensaje claro: la calidad y la sostenibilidad no se negocian. Con la presión de normativas y cadenas más complejas, monitorear en tiempo real ya no es una ventaja: es una necesidad.
“La trazabilidad térmica es hoy un factor de confianza. Si una empresa puede mostrar en tiempo real que un alimento o medicamento ha sido conservado adecuadamente, gana eficiencia y credibilidad”, concluyó Souza.