Una mujer de 34 años y su hija de cuatro fueron asesinadas en un establecimiento rural de Olavarría, en un crimen que despertó una enorme conmoción en la ciudad. El agresor, identificado como Miguel Ángel Romero, fue hallado sin vida en el mismo lugar, en un aparente suicidio posterior a los asesinatos.
El hecho ocurrió en la estancia conocida como "El Rincón del 18", ubicada a unos 40 kilómetros del centro urbano de Olavarría. La familia se había instalado allí hacía poco más de un mes. Fue un vecino quien, al notar la ausencia del hombre en sus tareas diarias, se acercó a la vivienda y descubrió los cuerpos. La casa estaba cerrada por dentro y no presentaba señales de ingreso forzado.
Tras una primera inspección y el despliegue del personal policial, se constató que Daiana Soledad Contreras había muerto por estrangulamiento, mientras que la niña, Iris Zendaya Uhart, presentaba un hundimiento de cráneo causado por un fuerte traumatismo. El cuerpo del agresor fue encontrado colgado y con una herida punzocortante en el pecho.
En las últimas horas, las autopsias confirmaron los datos preliminares. Contreras falleció por compresión de la vía aérea superior, Iris por fractura de cráneo y Romero por ahorcamiento. La causa fue caratulada como “femicidio doblemente agravado” y “homicidio agravado en contexto de violencia familiar seguido de suicidio”.
La investigación está a cargo de la fiscal Mariela Viceconte, titular de la Unidad Fiscal N°5 especializada en violencia de género y familiar, quien trabaja junto al equipo forense y personal de la Policía Científica en la reconstrucción de los hechos.
Según los primeros indicios, no había denuncias previas por violencia en el ámbito judicial, aunque la convivencia reciente en un entorno rural podría haber dificultado el acceso de la víctima a redes de contención o ayuda.
LN