
El titular de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), Miguel Blanco, reveló este sábado el resultado de una auditoría que compromete fuertemente la gestión anterior del exministerio de Desarrollo Social: de 54.613 comedores inscriptos, el 87% presentaba irregularidades o directamente no existía. “Más de 38 mil nunca fueron visitados por un inspector”, sostuvo en declaraciones radiales.
La investigación se centró en el sistema RENACOM, una base digital que funcionaba como registro oficial de comedores y merenderos. “Muchos formularios estaban incompletos, con datos falsos o direcciones inexistentes. El sistema no tenía control de integridad. Es decir, ya estaba mal diseñado de origen”, explicó Blanco.
Aunque todavía no se revisó la parte financiera, el titular de la SIGEN anticipó que el panorama no es alentador. “No se sabe a quién se le giraba dinero ni si esos comedores funcionaban. No hay rendiciones, ni auditorías, ni impacto medido”, señaló, y agregó: “La falta de control es el terreno fértil para la corrupción”.
El proceso de auditoría sufrió demoras de más de un año por cambios constantes en la conducción del área. “Desde diciembre de 2023 pedimos los datos, pero recién ahora accedimos a la información clave. Hubo tres titulares en poco tiempo, y eso obstaculizó todo”, afirmó Blanco.
Además, apuntó contra un modelo estructural que priorizaba los anuncios políticos por sobre los resultados: “Todo giraba en torno a la foto y el relato. No importaba si se cumplían los objetivos o no”.
Blanco también denunció que la Universidad de Buenos Aires (UBA) es la única universidad nacional que judicializó para evitar ser auditada por la SIGEN. “La autonomía no implica impunidad. Manejan fondos públicos, deben rendir cuentas”, concluyó.