Marius Hiller: el jugador que hizo historia en dos selecciones nacionales

En la historia del fútbol, hay historias que parecen sacadas de una película. Una de ellas es la de Marius Hiller, un jugador nacido en 1892 en la ciudad de Pforzheim, Alemania, que logró destacar en dos países, en dos ligas diferentes y representar a dos selecciones nacionales. 

Hiller empezó su carrera en el FC Pforzheim, en la región de la Selva Negra, donde rápidamente demostró su talento como centrodelantero. Con solo 17 años, en 1910, debutó en la selección alemana en un triunfo 3-2 contra Suiza en Basilea, anotando un gol.

Por motivos laborales, en 1912 se trasladó a Argentina, donde se incorporó a una empresa suiza llamada Palmer & Co. Su llegada al país fue el comienzo de una extensa carrera en el incipiente fútbol argentino.

La explosión en Argentina y el récord de goles

Rápidamente, Marius se incorporó a All Boys, en un momento en el que el fútbol en Argentina aún estaba en sus primeros pasos. En 1914, fue la figura destacada del torneo y convirtió más de 52 goles en esa temporada, un récord que todavía se recuerda en la historia del fútbol argentino en su etapa amateur. Como se nacionalizó, ese mismo año debutó en la selección argentina y anotó un gol en la victoria 3-1 frente a Uruguay.

Marius Hiller.

Su talento le permitió jugar en varios clubes de la época, destacándose también en Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, donde fue máximo goleador en 1916, y en otros clubes como Estudiantil Porteño y Sportivo Barracas. En total, sumó más de 60 goles.

Hiller fue un verdadero pionero que primero representó a Alemania y, más tarde, a Argentina, en un contexto en que no existían las restricciones para jugar en distintas selecciones. Algunos le llaman “el primer europeo en jugar en la selección argentina”.

El cierre de su carrera

A los 32 años, en 1925, Marius Hiller decidió retirarse en All Boys, catorce años después de su llegada a Argentina. Con una carrera en total de 143 partidos oficiales y 65 goles entre clubes y selecciones, dejó un legado que pocos en su tiempo pudieron igualar.

El “alemán-argentino” se estableció en Argentina tras retirarse y vivió en el país hasta su muerte en 1964 a los 72 años. Hasta hoy, su historia de doble nacionalidad y sus récords permanecen en la memoria del fútbol, tanto en Alemania como en Argentina.