
En un congreso clave celebrado este sábado en el distrito de Merlo, el Partido Justicialista bonaerense dio un paso decisivo hacia la unidad de cara a las elecciones provinciales del 7 de septiembre. Con la presencia de más de 800 congresales y bajo la conducción de Máximo Kirchner, el PJ aprobó la conformación de un frente electoral amplio, que incluirá a espacios como el kirchnerismo, el sector del gobernador Axel Kicillof y partidos aliados como el Frente Renovador de Sergio Massa.
El congreso facultó a Máximo Kirchner, como presidente del PJ provincial, a encabezar las negociaciones con otros partidos. Sin embargo, lo hará acompañado de una mesa de articulación política que busca representar el delicado equilibrio entre las distintas tribus del peronismo.
Esta mesa estará integrada por cuatro figuras clave: dos referentes del kirchnerismo (entre ellos la intendenta de Moreno, Mariel Fernández) y dos del kicillofismo (como el ministro Gabriel Katopodis), además de la vicegobernadora Verónica Magario y el titular de la Cámara de Diputados bonaerense, Federico Otermín.
Este acuerdo político establece que la lapicera para definir candidaturas será compartida, garantizando representación equitativa entre los sectores de Máximo Kirchner y Axel Kicillof. La fecha límite para sellar las alianzas será el 9 de julio, mientras que el cierre de listas se fijó para el 19 del mismo mes.
El plenario se llevó a cabo en un clima de fuerte mística partidaria, con imágenes de Juan Domingo Perón, Eva Duarte y Néstor Kirchner en el escenario. La palabra “unidad” fue una constante a lo largo de las intervenciones, aunque no sin tensión.
En los discursos hubo referencias a la necesidad de defender a Cristina Fernández de Kirchner —quien sigue siendo un punto de cohesión simbólica— y de construir una alternativa competitiva frente al avance de las fuerzas opositoras. También se mencionó el intento de proscripción judicial contra la expresidenta, como parte de un mensaje unificador.
Pese al acuerdo alcanzado, las diferencias internas no se han disipado completamente. Sectores ligados a Kicillof exigieron mayor protagonismo en la toma de decisiones y en la estructura de apoderados legales del frente.
Por su parte, desde el massismo también buscan un lugar en las definiciones. Fuentes cercanas al armado político reconocen que ya se manejan “planes B, C y D” si la unidad se ve amenazada en los próximos días.
El consenso alcanzado parte de una premisa clara: la unidad es necesaria para ser competitivos. La dispersión del voto peronista podría allanar el camino a candidatos de Juntos por el Cambio o La Libertad Avanza, en un escenario de alto descontento social y crisis económica persistente.
Con este esquema de frente amplio, el PJ bonaerense buscará fortalecer su presencia en los municipios, la Legislatura y el Senado provincial, y apuntalar una plataforma que permita renovar liderazgos sin quebrar la cohesión del espacio.