
Más allá de los reclamos del campo tras la finalización de la rebaja temporal en los derechos de exportación el pasado 31 de junio, esta decisión del Gobierno transformó por completo el mercado local en las últimas semanas. Según el análisis de Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, en los días previos al 1° de julio, ventas de soja se dispararon.
“La medida desató un ritmo de ventas frenético durante los últimos días de junio. Pasamos de ventas diarias que superaban las 500.000 toneladas a apenas 30.000 una vez que subieron los derechos de exportación”, detalló.
Según el especialista, esta dinámica llevó el volumen comercializado al 40% de la producción, el nivel más alto para esta fecha en muchos años. El precio local también sufrió un impacto directo y cayó hasta U$S 15 por tonelada en comparación a los valores de Chicago.
“Hacia adelante, esperamos un mercado de soja con muy pocos negocios nuevos. La venta se anticipó al cambio impositivo y hoy predomina la cautela”, agregó.
En el caso del cereal, Romano destacó que el comportamiento fue diferente. El dato a tener cuenta es que su comercialización está más vinculada al avance de la cosecha que a la dinámica que marcan las retenciones,
“Con la cosecha al 62% y muchos lotes aún sin comercializar, si el ritmo se acelera podríamos tener cuellos de botella logísticos en las próximas semanas”, anticipó.
En el caso del trigo y con un avance del área sembrada que se ubica sobre el 80%, más allá de algunos problemas a partir de excesos hídricos, el reciente clima frío y seco mejoró las condiciones en los lotes.
De este modo, Romano consideró que se puede llegar a una campaña de 20 millones de toneladas, en un contexto mundial que podría contar con una oferta menor a la esperada para el próximo año. “Nos preocupa que aún hay remanente exportable del ciclo anterior que no se ha podido colocar”, señaló.
En el plano internacional, los mercados operan sin el respaldo de una prima climática, debido a las condiciones óptimas en el hemisferio norte, en especial en Estados Unidos y Brasil, lo que suma presión bajista sobre los precios.
A esto se suma la posibilidad de conflictos comerciales renovados entre Estados Unidos e India, en un contexto global con oferta abundante, especialmente de trigo y maíz.
“Soja es el mercado donde estaríamos más a la expectativa. El maíz sufrirá presión de cosecha y abundante oferta norteamericana, mientras que en trigo esperamos un escenario de precios bajos y colocación difícil para el excedente argentino”, concluyó Romano.