
La Asociación Médica Británica (BMA, por sus siglas en inglés) anunció este lunes que los médicos residentes en Inglaterra se encaminan hacia una nueva huelga, tras una votación que arrojó un apoyo superior al 90% a favor de paralizar actividades. Se trata de un nuevo capítulo en el conflicto que este sector mantiene con el gobierno británico desde 2022.
Los médicos en formación reclaman aumentos salariales que compensen los efectos de la inflación y el estancamiento de sus ingresos reales. Además, denuncian la sobrecarga laboral, la falta de personal en hospitales y el deterioro de las condiciones generales de trabajo dentro del sistema de salud pública (NHS).
Según la BMA, el salario base de un médico residente ha perdido más del 25% de su valor en términos reales en la última década. Esta pérdida de poder adquisitivo ha sido señalada como un factor clave en la fuga de profesionales jóvenes hacia otros países o hacia el sector privado.
Los líderes sindicales han reiterado que están abiertos a negociar, pero que el gobierno no ha presentado propuestas satisfactorias. De concretarse la huelga, se espera una afectación directa en cirugías programadas, turnos ambulatorios y urgencias no críticas.
Esta posible medida de fuerza se suma a otras huelgas que han sacudido el sistema de salud británico en los últimos meses, incluyendo paros de enfermeras y personal administrativo. La tensión ha escalado por la negativa del Ejecutivo a revisar las escalas salariales de forma estructural.
La BMA ha declarado que informará en los próximos días la fecha oficial del inicio de la huelga, que podría extenderse durante varias jornadas. La presión crece sobre el Ministerio de Salud, que intenta evitar una nueva crisis de atención en pleno verano boreal.
🏴 | URGENTE: La Asociación Médica Británica dice que se espera que los médicos residentes en Inglaterra se declaren en huelga, con más del 90% votando a favor.
— Alerta News 24 (@AlertaNews24) July 8, 2025
La contundencia del resultado en la votación sindical revela un profundo malestar en la base médica del NHS. No se trata solo de una demanda salarial, sino de una alerta sobre las condiciones estructurales que hacen inviable la sostenibilidad del sistema si no se corrigen.
Con un apoyo superior al 90% para ir a huelga, los médicos residentes marcan un límite y colocan al gobierno frente a una disyuntiva crítica: negociar de forma efectiva o enfrentar una nueva ola de protestas sanitarias que podrían afectar a millones de pacientes.