10/07/2025 - Edición Nº884

Internacionales

Patrimonio en llamas

La quema del Hotel Oloffson: el golpe al corazón cultural de Haití

09/07/2025 | La icónica estructura de Port-au-Prince fue destruida por pandillas en medio del caos que envuelve a la capital.



El legendario Hotel Oloffson, joya arquitectónica del siglo XIX y símbolo cultural de Haití, fue devorado por las llamas. El incendio, provocado por bandas armadas que dominan gran parte de Puerto Príncipe, marcó un nuevo y oscuro capítulo en la escalada de violencia que vive el país. Aunque llevaba cerrado desde hace meses debido a la inseguridad, la estructura seguía siendo un emblema de resistencia cultural y de memoria histórica.

Construido originalmente como una residencia privada y convertido en hotel en 1935, el Oloffson fue mucho más que un alojamiento. Sirvió de escenario para la novela The Comedians de Graham Greene, albergó figuras del arte, la diplomacia y el periodismo, y fue un punto de encuentro clave para la banda de música vudú-rock RAM. La noticia de su destrucción conmocionó al país y generó una oleada de indignación en redes sociales.

Una ciudad sitiada por las pandillas

El ataque al Oloffson se inscribe en una ciudad que ha sido capturada por el crimen organizado. Según estimaciones recientes, entre el 80 y el 90% de Port-au-Prince está bajo control de las pandillas. Estos grupos, armados y organizados, han quemado estaciones de policía, emboscado patrullas, saqueado hospitales y ahora avanzan contra el patrimonio cultural.

Las autoridades, debilitadas y en muchos casos ausentes, no lograron evitar la destrucción del hotel. La Policía Nacional de Haití ha sufrido pérdidas humanas y operativas significativas. En paralelo, la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, liderada por Kenia y respaldada por la ONU, intenta establecer presencia en un terreno hostil y fragmentado.

Un golpe a la identidad cultural

El Hotel Oloffson resistió terremotos, dictaduras y crisis sanitarias. Era uno de los pocos espacios que aún evocaban la vitalidad cultural de una capital que alguna vez fue vibrante. Su arquitectura estilo "gingerbread", sus columnas de madera tallada y su historia entrelazada con la vida artística lo convertían en un punto de referencia para el imaginario haitiano.

Ahora, ese edificio es ceniza. Y con él se pierde un fragmento irreemplazable de la memoria nacional. La banda RAM, que tocaba semanalmente en el hotel, lamentó la pérdida y señaló que "las llamas que consumieron el Oloffson también alcanzaron el corazón cultural de Haití".

Contexto de una crisis sin fin

Desde la renuncia del presidente Jovenel Moïse y su posterior asesinato en 2021, Haití ha entrado en un proceso de desintegración institucional. La falta de elecciones, el vacío de poder efectivo y el auge de las pandillas han convertido al país en un Estado fallido de facto. La violencia ha desplazado a más de 1,3 millones de personas, según datos de la ONU, y ha paralizado servicios esenciales como salud y educación.

Aunque el gobierno transitorio intenta coordinar con la comunidad internacional una salida, la quema del Oloffson ilustra el nivel de descontrol. Ya no solo se ataca al Estado: ahora arde también la historia.

Un país en llamas 

La destrucción del Hotel Oloffson no es un hecho aislado. Es el reflejo brutal de una crisis que trasciende lo político y lo institucional: Haití está perdiendo su alma. Cada edificio incendiado, cada calle abandonada al miedo, cada nota de música silenciada por la metralla, profundiza la fractura social del país.

Más allá de la seguridad, la reconstrucción de Haití exige una inversión en su identidad. Y hoy, esa identidad está ardiendo.