10/07/2025 - Edición Nº884

Internacionales

Educación técnica

Chile y la crisis en liceos técnicos: ¿cómo mejorar la formación docente?

09/07/2025 | El 33 % de los profesores de liceos técnicos no tiene formación pedagógica. Proponen becas, mentorías y más vinculación laboral.



El futuro de la educación técnico profesional en Chile depende en gran medida de un actor muchas veces relegado: el docente de liceo técnico. En un escenario donde la transición tecnológica redefine las demandas del mercado laboral, el sistema educativo está obligado a reformular su enfoque hacia una formación que combine pertinencia práctica con solidez pedagógica.

En el caso de la Enseñanza Media Técnico Profesional (EMTP), uno de cada tres profesores no posee título de pedagogía, una cifra alarmante que contrasta con el 5,8 % registrado en la educación científico-humanista. Esta brecha incide directamente en la calidad del aprendizaje, ya que muchos de estos docentes provienen de sectores productivos sin experiencia didáctica formal, lo que complica la transmisión efectiva del conocimiento.

Vulnerabilidad y desvinculación del mercado

Los liceos técnicos concentran altos niveles de vulnerabilidad escolar, con estudiantes que muchas veces ven en esta modalidad su última oportunidad de integrarse al mundo laboral. Sin embargo, informes recientes muestran una preocupante desconexión entre los contenidos impartidos y las necesidades reales del mercado. En muchos establecimientos, los cursos carecen de monitoreo constante y se observa una baja estimulación del pensamiento crítico, la creatividad o la resolución de problemas complejos.

A pesar de estas carencias estructurales, los profesores de la EMTP se destacan por su capacidad de generar vínculos pedagógicos significativos con sus alumnos. Esa relación, basada en el conocimiento práctico y la cercanía con las trayectorias de vida de los estudiantes, representa una oportunidad para consolidar un modelo educativo más humano y efectivo, siempre que se acompañe de herramientas institucionales adecuadas.

Doble rol docente-productivo

Una característica distintiva del docente técnico es su ingreso tardío al sistema educacional, usualmente tras haber acumulado experiencia en el sector productivo. Este perfil es común en países como Alemania, Australia o China, donde los profesores combinan saber pedagógico y dominio industrial. En Chile, sin embargo, esta transición no ha sido sistematizada ni reconocida institucionalmente.

Ese doble rol exige que los educadores dominen simultáneamente competencias propias de la industria y habilidades didácticas. Pero sin formación específica ni apoyos profesionales adecuados, la exigencia se convierte en una traba para el aprendizaje de los estudiantes y para la continuidad del docente en el aula.

Propuestas de fortalecimiento institucional

Desde nuestro análisis, impulsar el desarrollo docente en la EMTP requiere medidas concretas. Una de ellas es la entrega de becas pedagógicas dirigidas a profesionales técnicos que deseen formalizar su vocación educativa. Estas ayudas deberían ir condicionadas a un compromiso de permanencia en liceos técnicos durante un periodo determinado.

Otra línea prioritaria es reforzar los programas de inducción y mentoría profesional, en articulación con el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP). Estas herramientas permitirían acompañar a los docentes en sus primeros años y reducir la desercion dentro del sistema educativo.

Modelo dual como estrategia de integración

A largo plazo, el modelo de educación dual aparece como una estrategia eficaz para vincular el mundo del trabajo con la formación de los estudiantes y de los propios profesores. Instituciones como el Duoc UC ya implementan programas en los que los alumnos alternan entre la sala de clases y experiencias laborales reales, mientras los docentes mantienen contacto constante con el sector productivo.

Este tipo de integración refuerza la pertinencia de los aprendizajes y actualiza permanentemente la formación docente. No se trata solo de incluir más práctica en el currículo, sino de consolidar una red de colaboración entre educación, empresa y Estado que sostenga al sistema en el tiempo.


Liceo Técnico en Chile. 

Una situación compleja 

La modernización de la educación técnico profesional en Chile no puede reducirse a infraestructura o equipamiento. La clave reside en potenciar el capital humano docente, dotándolo de las herramientas y condiciones necesarias para enseñar con calidad y sentido de propósito. Solo así se podrá garantizar una formación alineada con los desafíos del siglo XXI.

El Estado debe asumir su rol como articulador entre el mundo educativo y el productivo, invirtiendo de forma sostenida en programas de desarrollo profesional que dignifiquen la labor docente técnica. No se trata de una reforma más, sino de una apuesta por la equidad, la productividad y el futuro del país.