11/07/2025 - Edición Nº885

Internacionales

Crítica conservadora

Meloni y el doble estándar mediático: su postura sobre Trump y Milei

10/07/2025 | La mandataria denunció el sesgo con que se trata a Trump, Milei y ella misma: "La izquierda ya no tiene el monopolio del discurso moral".



Giorgia Meloni lanzó una crítica directa al relato dominante en los medios internacionales. En un discurso difundido por redes sociales, la primera ministra italiana cuestionó la forma en que se estigmatiza a líderes como Donald Trump, Javier Milei y ella misma, afirmando que existe un "doble estándar de la izquierda" que califica cualquier discurso conservador como una "amenaza contra la democracia".

El nuevo eje conservador bajo ataque

Meloni no está sola en esta percepción. Tanto Trump como Milei han sido objeto constante de acusaciones apocalípticas por parte de analistas, medios y oenegés que se presentan como garantes de la institucionalidad democrática. Sin embargo, los tres comparten una narrativa que crece: denunciar la hipocresía de una izquierda que durante décadas monopolizó el discurso moral, pero que ahora se desespera ante la pérdida de influencia.

Lo que Meloni evidencia es que la democracia no está en riesgo cuando se cuestionan los dogmas progresistas, sino cuando se pretende silenciar a quienes ganan elecciones democráticas y gobiernan con respaldo popular. Su frase clave fue contundente: "La gente ya no cree sus mentiras".

El poder de la rebelión institucional

Desde Estados Unidos hasta Argentina, pasando por Italia, se fortalece una corriente que interpela a las burocracias, medios y estructuras estatales que durante años blindaron sus privilegios tras el ropaje del "consenso democrático". La amenaza, según esta lectura, no viene de quienes cuestionan el statu quo, sino de quienes reaccionan con histeria frente a la pérdida de control.

Trump es demonizado por confrontar a Washington, Milei por enfrentar a la casta política argentina, y Meloni por defender valores tradicionales sin complejos. En los tres casos, el mecanismo de difamación es el mismo: etiquetar, caricaturizar, deslegitimar. Pero la eficacia de esa estrategia se está desmoronando.

La narrativa está cambiando

El avance de estas figuras no se debe a estrategias vacías ni a conspiraciones, sino a que representan sectores sociales cansados de la corrección política, el elitismo cultural y la decadencia institucional. La izquierda, que durante décadas manejó la gramática del bien y el mal en política, hoy se ve obligada a competir en un terreno que ya no domina.

Meloni no habla solo como mandataria italiana, sino como exponente de una nueva resistencia cultural que ya no se avergüenza de hablar de patria, familia, esfuerzo y límites. En eso coincide con Milei y Trump: los une no solo una agenda, sino una convicción.

La derecha avanza 

La frase de Meloni resume una percepción que se está haciendo masiva: el discurso de la democracia fue capturado durante años por sectores que hoy no toleran que otros lo usen para desafiar sus privilegios. El verdadero pluralismo comienza cuando se permite que las ideas conservadoras también hablen sin ser criminalizadas.

Trump, Milei y Meloni representan una molestia para el viejo orden, pero también una posibilidad de revitalización institucional desde otras coordenadas. Que incomoden es señal de que están vivos. Que ganen elecciones, señal de que conectan. Y que sean demonizados, señal de que tocan nervios que nadie más se atreve a tocar.