
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lanzó duras críticas contra la vicepresidenta Victoria Villarruel por haber habilitado la sesión impulsada por la oposición en el Senado. La responsabilizó por “convalidar el intento de quiebre” del programa económico del Gobierno y la acusó de haber generado una situación caótica que, según ella, favorece al kirchnerismo.
“La sesión de hoy reunió a todos los que no quieren que al Gobierno le vaya bien, incluida la vicepresidenta”, expresó Bullrich. Y subrayó: “Es la primera vez en la historia de la Argentina que se autoconvoca la Cámara”.
Tras el fuerte mensaje de Villarruel de ayer por la tarde, Bullrich no le contestó directamente las acusaciones, pero sí volvió a cuestionar su accionar: “¿Por qué se sentó en ese lugar y habilitó una sesión que no debía, porque ni siquiera había sido convocada?”, se preguntó. Luego, explicó cuál debería haber sido su postura: “Apago los micrófonos y acá no hay sesión”.
Según la funcionaria, el Ejecutivo había enviado un mensaje a la titular del Senado advirtiéndole cómo debía actuar ante los dictámenes surgidos de comisiones que la oposición conformó sin convocatoria formal. Bullrich insistió: “Ese caos le beneficia a la oposición. La mayor oposición es el kirchnerismo”.
Al referirse al rol institucional de Villarruel, recordó que “en un sistema presidencialista, el vicepresidente debe acompañar al presidente, porque además forma parte del Ejecutivo. El presidente Javier Milei tiene mala relación con ella por estas cosas. Ha habido muchas situaciones donde ha habido una traición a los principios y al programa de Gobierno”.
En ese sentido, acusó a Villarruel de haber perjudicado directamente al oficialismo: “Clavar un puñal por la espalda a un Gobierno que le dice a la gente ‘estamos cuidando que haya superávit, cuidando las cuentas públicas, que no haya inflación, estamos haciendo el mejor plan de estabilización’. La vicepresidenta, en lugar de respaldar esto, se sienta a darle herramientas al kirchnerismo y sus aliados menores para intentar quebrar las variables que construyen este plan”.
Bullrich también advirtió que el accionar de Villarruel sienta un peligroso precedente institucional: “Convalida la posibilidad de generar una jurisprudencia para que el Senado funcione de cualquier manera”, alertó. Y agregó: “Esta situación se resuelve en octubre, cuando se voten senadores y diputados que apoyen al presidente”.
Finalmente, reveló que el Gobierno ya preveía lo que ocurriría: “Durante la reunión de Gabinete de esta mañana ya sabíamos que esto iba a pasar. Estábamos preparados, porque desde que comenzó el gobierno no hemos visto de parte de la vicepresidenta un gesto claro en la dirección de nuestras ideas”.
Sobre la figura de Villarruel, añadió: “No compartía claramente las ideas del Gobierno o pensó que podía arreglarse sola”. Y concluyó: “Esperamos ataques de Grabois, pero no de quien, de alguna manera, forma parte de las ideas generales que se plantearon en la campaña”.