12/07/2025 - Edición Nº886

Internacionales

Inversión regional

África tech: cómo Senegal y Kenia están transformando el ecosistema

12/07/2025 | En junio, las startups africanas recaudaron 391,1 millones de dólares, con Senegal y Kenia al frente del ecosistema tech del continente.



El ecosistema de startups africanas está viviendo un renacer contundente. Durante junio de 2025, el financiamiento total alcanzó los 391,1 millones de dólares, un hito que consolida el repunte observado desde inicios de año. Senegal y Kenia encabezaron las cifras del mes, posicionándose como los principales receptores de capital en un continente que, tras la retracción de 2023 y 2024, vuelve a captar la atención de los fondos internacionales.

Desde esta redacción se pudo confirmar que los datos representan un crecimiento intermensual del 45%, manteniendo la tendencia que ya se había registrado en los primeros cinco meses del año. Con estos números, África ha recaudado más de 1.350 millones de dólares en la primera mitad de 2025, una cifra que no solo supera el desempeño del mismo periodo en 2024, sino que también anticipa una posible superación del récord prepandémico.

Repunte sostenido tras la crisis

Este regreso del interés inversionista se explica en parte por el cierre de varios fondos con enfoque africano. Dos de ellos, actualmente en curso, apuntan a levantar entre 400 y 800 millones de dólares, según fuentes del sector financiero. La confianza renovada de los capitalistas de riesgo está empujando no solo a los países históricamente líderes, como Nigeria o Sudáfrica, sino también a plazas emergentes como Dakar y Nairobi.

El caso de Senegal resulta particularmente llamativo. A pesar de contar con un mercado interno reducido, ha logrado estructurar un ecosistema tech que combina hubs de innovación, colaboraciones internacionales y políticas fiscales favorables. Empresas como Wave y MaTontine continúan atrayendo rondas significativas, consolidando la posición del país como un nuevo polo de desarrollo digital.

Kenia mantiene su tracción histórica

En el caso de Kenia, el liderazgo no es novedad. Nairobi mantiene su fama de Silicon Savannah gracias a una infraestructura tecnológica robusta y a una red de inversores locales bien conectados con fondos europeos y estadounidenses. En junio, varias startups fintech y agrotech recibieron inyecciones superiores a los 10 millones de dólares cada una.

Según los datos recabados por esta redacción, Kenia captó aproximadamente el 12% del total acumulado en el primer semestre del año. Este desempeño, si bien por debajo de Egipto (31%) y Sudáfrica (26%), consolida al país como un actor estable y resiliente en medio de un entorno global aún incierto.

Un mercado en reconfiguración

Otra tendencia relevante es el aumento de adquisiciones y fusiones. A partir de la llamada "regla de los seis meses" (6-month M&A rule), muchas de las startups que lograron levantar capital a principios de 2025 están ahora ejecutando compras agresivas de competidores más débiles. Esta estrategia está acelerando la consolidación del mercado, especialmente en sectores como salud digital y logística.

Por su parte, los inversores siguen exigiendo más madurez operativa y proyecciones realistas. La etapa de crecimiento sin modelo de negocio viable parece haber quedado atrás. Actualmente, las startups africanas que logran atraer capital son aquellas con tracción demostrable, ingresos recurrentes y potencial de internacionalización.

África avanza 

El crecimiento del financiamiento a startups africanas no es una casualidad, sino el resultado de una combinación de políticas locales, estrategia empresarial e interés externo. Que Senegal y Kenia hayan liderado junio no solo habla de su momento, sino también de un nuevo equilibrio dentro del ecosistema continental, donde ya no basta con ser grande: hay que ser eficiente, adaptable y escalable.

Si esta tendencia se mantiene, 2025 podría cerrar como el mejor año para el emprendimiento tech africano. Pero para ello, será clave que los fondos en formación concreten sus cierres, que los gobiernos mantengan su apoyo regulatorio y que las startups no pierdan el foco en la sostenibilidad a largo plazo.