
En el esquema agroexportador argentino, la harina de soja es un subproducto que tracciona con fuerza en el ingreso de divisas, a partir de los volúmenes despachados. Pero para lo que resta del 2025, desde las pizarras internacionales llegan algunas señales que preocupan.
Según calcularon desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el precio FOB de la harina de soja argentina registró una baja significativa hacia fines de junio, alcanzando los U$S 281 por tonelada. En este caso, es una de cal y otra de arena. Si bien este valor representa el nivel más bajo en más de 15 años, también posiciona a la harina de origen argentino como la opción más competitiva frente a los principales exportadores globales.
En este contexto de precios deprimidos, la demanda internacional reaccionó y en las últimas jornadas, se concretó una compra por parte de China, que adquirió un buque de harina de soja argentina. No se debe perder de vista que ee trata de la primera vez que el país asiático realiza este tipo de operación, desde que habilitó las importaciones de harina argentina en 2019.
El precio FOB de mercado de la harina de soja argentina tocó un mínimo en más de 15 años hasta USD 281/t hacia finales de junio.
— BCR Mercados (@BCRmercados) July 11, 2025
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Argentina es el principal exportador mundial de harina de soja, y este subproducto representó el mayor ingreso dentro de la canasta exportadora nacional. En 2024, explicó el 13,4% de las exportaciones totales del país y si se considera al complejo oleaginoso en su conjunto, su participación fue del 27,6%.
Para 2025, la entidad rosarina proyectó que el complejo soja exportará por un total de U$S 16.322 millones. Aunque esta cifra es levemente superior a la de 2024, sería el tercer valor más bajo de los últimos 15 años, considerando precios ajustados por inflación internacional.
A nivel de subproductos, se espera que las exportaciones de harina de soja alcancen los U$S 9.044 millones, las de aceite de soja U$S6.255 millones, poroto de soja U$S 3.160 millones y biodiésel U$S 465 millones.
En términos reales, la harina de soja alcanzaría su segundo nivel más bajo desde 2007, mientras que el aceite de soja lograría su tercer mejor registro en más de una década.
En lo que va de 2025, el mercado de Chicago mostró una caída del 10% en la harina de soja, con precios rondando los U$S 283 por tonelada. El aceite de soja, en cambio, subió más del 30% y se ubicó cerca de los U$S 1.176 por tonelada, mientras que el poroto de soja se mantuvo estable.
El mercado internacional está influido por la política arancelaria de Estados Unidos, especialmente en su relación con China. “Si no se logra un acuerdo comercial estable con el gigante asiático, la demanda del poroto estadounidense podría verse afectada”, señalaron desde la BCR.
El crecimiento de los biocombustibles también tiene un efecto directo. “Las presiones de demanda en el aceite de soja se han intensificado por la suba del petróleo y las tensiones geopolíticas entre Irán e Israel”, indicaron.
De este modo, el aumento en la producción de aceite de soja, impulsado por su demanda global, provoca una mayor disponibilidad de harina como subproducto. Esta sobreoferta presiona los precios a la baja, incluso en un contexto de consumo creciente.