
En junio, el complejo agroexportador liquidó divisas por U$S 3.706 millones, el tercer mejor registro histórico para ese mes, de acuerdo a la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIara-CEC).
Ese volumen de ventas fue un 87% mayor en la comparativa interanual y un 21% más con respecto al mes de mayo. Según estimaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en el primer semestre del año, los compromisos de exportación de granos y subproductos alcanzaron las 64,5 millones de toneladas.
En este contexto, ¿cómo fue el desempeño de las empresas exportadoras con base en las terminales portuarias rosarinas? Según la agencia Bloomberg, entre enero y junio de 2025 Cargill fue quien comercializó el mayor volumen global de productos, con una mejora de 124% con respecto a 2024.
Hace un año, finalizó en segundo lugar, por detrás de los chinos de Cofco. En lo que va de 2025, los asiáticos finalizaron en tercer puesto, mientras que Viterra ganó un puesto y se consolidaron como la segunda mayor exportadora de granos.
En el complejo soja -que representó el 48% de las ventas del sector- el ranking lo encabezó Viterra, seguido por Cargill y Cofco y sin cambios respecto al 2024. En maíz, el mayor exportador fue Cargill, seguido por ADM Agro y Cofco, mientras que el año pasado el podio se repartió entre ACA, Bunge y Cofco.
En declaraciones radiales, el presidente de Ciara-CEC, Gustavo Idígoras reconoció que en el caso de los derechos de exportación en soja, el Gobierno nacional “va a recaudar mucho más si dejamos las retenciones al 26% que si las pone ahora como les puso al 33%”
El directivo explicó que ya se están viendo los efectos de este cambio en el esquema impositivo para granos y subproductos. “Desde el 1° de julio al día de hoy, el nivel de registro de declaraciones en el exterior, que es lo que generan los derechos de exportación, cayó más de un 95%”, advirtió.
Y agregó: “Estamos en registros muy chicos, por ahí alguno de maíz de 30.000, 40.000 toneladas y de registros que superaban los 2 o 3 millones de toneladas por día, pasamos a registros de 50.000 toneladas”.
Con esta información, Idígoras reflexionó que “recaudar al 26% era un muy buen negocio, para todos, porque sabíamos que esto implicaba la posibilidad de una expansión de la superficie de soja, un mejor ingreso para el productor y exportador y también un mejor ingreso fiscal”.
Para los próximos meses, anticipó que el efecto de esta caída en los registros comenzará a percibirse a partir de agosto. “Nos estamos quedando sin combustible y si esto sigue así, en septiembre probablemente empecemos a anticipar paradas técnicas en las terminales y las fábricas, porque nos está faltando mercadería para moler y para exportar”. concluyó.