14/07/2025 - Edición Nº888

Deportes


Torneo Clausura 2025

River vs. Platense: cómo nació el clásico barrial más olvidado

13/07/2025 | El barrio de Núñez es el lugar que los tuvo como vecinos y rivales acérrimos durante casi cuatro décadas.



Cuando se piensa en rivalidades históricas del fútbol argentino, pocos mencionan la del Club Atlético River Plate y Platense. Pero quienes conocen la geografía del barrio de Núñez y sus alrededores saben que el “clásico barrial” siempre existió. Lo forjó la cercanía y lo alimentó el contraste futbolístico pese a compartir varios referentes como Ángel Labruna o Chamaco Rodríguez.

La historia comienza en 1938, cuando River Plate deja su casa en Alvear y Tagle y se muda al barrio de Núñez, levantando el Monumental a solo 18 cuadras del estadio de Platense, ubicado en Manuela Pedraza y Crámer. A partir de allí, las miradas comenzaron a cruzarse y la rivalidad a crecer.

Platense ya era parte del paisaje desde principios del siglo XX. Había tenido su primer campo en Blandengues y Pedraza, y se consolidó en Crámer. En ese rincón de barrio se forjó una identidad marrón y blanca, cargada de sentido de pertenencia, aunque sin los logros deportivos de su nuevo vecino.

El 26 de Mayo de 1938 se inauguró el monumental. Tenía la forma de una herradura y fue una obra arquitéctonica impresionante para la época,
El Monumental en sus primeros años.

River, por su parte, venía de una historia diferente. Nacido en La Boca, con una estructura poderosa y una popularidad que trascendía las fronteras de la Ciudad de Buenos Aires para pasar a ser un símbolo nacional. No pasó mucho para que los partidos entre ambos empezaran a sentirse distintos. Si bien la historia del profesionalismo no los puso como pares en lo deportivo, sí los unió en el mapa y en el alma de los vecinos. Así nació una rivalidad más barrial que futbolera.

Entre 1938 y 1971, los enfrentamientos fueron habituales y siempre con un marco cargado de emociones. Los Calamares recibían a River con los dientes apretados. Y aunque las estadísticas no los favorecen, cada partido era una batalla digna de un barrio dividido.En esos años, River se impuso en 33 de los 51 partidos jugados como vecinos, mientras que Platense apenas consiguió cinco victorias.

Pero esas alegrías fueron celebradas con más pasión que una final. Especialmente las dos conquistas en el Monumental durante los años 60. Ambas victorias tuvieron a un protagonista especial: Ángel Labruna. El máximo ídolo de River dirigía entonces al Calamar y logró vencer al club de su vida en su propia casa. En 1967 fue 3-2. En 1969, Platense firmó un impactante 4-0. Un símbolo de la paradoja futbolera.  Más allá de los resultados, la tensión barrial era real.  

Angel Labruna marco una huella en ambos clubes.
Ángel Labruna.

La división en Núñez se daba por la vía del tren; en el alto se encontraba Platense mientras que el bajo era de River. En 1971, Platense perdió su cancha histórica. El clásico barrial se disolvió un poco. El Calamar estuvo sin estadio fijo durante unos años, hasta que en los 80 inauguró su nueva casa en Vicente López, a casi cuatro kilómetros del Monumental. El duelo se mudó, pero no desapareció.

El triunfo de River que selló el descenso de Platense

Más cercanos en el tiempo y ya sin ser tan vecinos, tuvieron partidos memorables entre sí. En 1986, año donde el Millonario salió campeón de América y del mundo, protagonizaron un espectacular 4-4 en Vicente López. Y en el Clausura 1999, River se llevó un triunfo categórico por 3-0 que selló el descenso del Calamar. Saviola y Castillo fueron los verdugos. Ese día fue el fin de una era para Platense. Descendió y tardó más de dos décadas en volver. La particularidad de esa tarde fue que el entrenador del Calamar era Carlos “Chamaco” Rodríguez, referente de ambos clubes.

Platense desciende en 1999 tras perder 3 a 0 vs River en Vicente Lopez. Saviola y Castillos fueron los autores de los goles.
El día que descendió Platense.

También hubo episodios olvidados que se resignifican con el tiempo. En 1949, por ejemplo, ambos empataron en el segundo puesto del torneo, y jugaron un desempate a dos partidos que River ganó con autoridad. Fue por un subcampeonato, cuando eso todavía valía. 

En total, han jugado 154 veces a lo largo del profesionalismo, y el Millonario ha dominado de manera abrumadora: ganó 96 encuentros, contra apenas 24 triunfos de Platense, mientras que 34 terminaron en empate. Esta diferencia de 72 partidos ganados a favor de los de Núñez es la mayor que existe entre todos los enfrentamientos entre equipos actualmente en la Primera División del fútbol argentino.

River es el máximo campeón del profesionalismo local y el club con más dominio de décadas en el fútbol argentino. Platense tuvo una historia de muchos años de permanencia en primera, luego se cayó por un período largo y hace 45 días logró consagrarse campeón por primera vez en Santiago del Estero frente a Huracán. Entre ambos se cruzaron recuerdos, compartieron veredas, adoquines y con una vía como frontera. Hoy se vuelven a encontrar. Ya no son vecinos, pero sí rivales de una historia que nunca se fue del todo.