
La violencia de pandillas en Haití ha alcanzado un nivel alarmante. Según un informe de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), entre octubre de 2024 y junio de 2025 murieron al menos 4.864 personas a causa de enfrentamientos, asesinatos selectivos y ataques masivos.
Esta cifra, recogida por el informe, pone en evidencia la descomposición institucional del Estado haitiano y la creciente influencia de grupos armados que dominan grandes franjas del territorio, sobre todo en la capital Port-au-Prince y zonas aledañas.
El documento denuncia que la presencia del Estado es casi inexistente en muchas zonas urbanas y rurales. Las pandillas imponen sus propias normas, actúan con impunidad y recurren a la violencia extrema como mecanismo de control social.
La población civil está atrapada entre grupos armados rivales, sin protección ni recursos. Los secuestros, violaciones, ejecuciones extrajudiciales y el desplazamiento forzado se han vuelto prácticas comunes. Más de 300.000 personas han sido desplazadas internas, generando una emergencia humanitaria sin precedentes.
El informe de la ONU también destaca el colapso de los servicios sanitarios: solo el 25% de los centros de salud siguen funcionando, lo que complica la atención de heridos y enfermos. La falta de seguridad también ha afectado la distribución de alimentos, medicinas y agua potable.
Las escuelas permanecen cerradas en muchas zonas, y la ayuda humanitaria internacional enfrenta graves dificultades logísticas para acceder a las regiones más afectadas.
El Alto Comisionado de la ONU, Volker Türk, advirtió que esta situación podría tener consecuencias regionales si no se toman medidas urgentes. Exhortó a los Estados miembros a reforzar el apoyo al gobierno haitiano, promover mecanismos de justicia transicional y garantizar el acceso humanitario.
Turk subrayó que la solución no puede reducirse a una intervención militar: es necesario un enfoque integral que incluya seguridad, gobernabilidad y desarrollo sostenible.
En Haití han muerto al menos 4.864 personas entre octubre de 2024 y junio de 2025 🚨 solo a causa de la violencia de pandillas. La ONU hace un pedido a la comunidad internacional para proteger al pueblo. 👉 https://t.co/CnyrMI0KWu pic.twitter.com/glcikCfBMX
— La Hora Ecuador (@lahoraecuador) July 13, 2025
La situación en Haití ha dejado de ser una crisis coyuntural para convertirse en un fenómeno estructural de colapso institucional. Este proceso ha sido alimentado durante décadas por una combinación letal de intervencionismo externo fallido, corrupción sistémica, pobreza crónica y desconfianza ciudadana en las instituciones.
En este escenario, las pandillas han logrado consolidarse como actores de poder de facto, ocupando el vacío dejado por el Estado. La población civil, sin garantías básicas ni protección efectiva, vive bajo una constante amenaza, atrapada en un conflicto que no eligió pero del que no puede escapar.