
El primer semestre del año se caracterizó por un ritmo fluido en el ingreso de divisas por parte del complejo agroexportador. Con un volumen de cosecha que en líneas generales no sufrió los embates del clima, sin lugar a dudas el factor que traccionó las ventas fue la decisión del Gobierno nacional de implementar una baja temporal en los derechos de exportación para granos y subproductos.
Entre enero y junio, el sector agroexportador liquidó divisas por U$S 15.419,6 millones, que según la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) representó una mejora de 40% con respecto al mismo período del año pasado.
Pero este buen momento tenía fecha de caducidad: el pasado 30 de junio finalizó este beneficio para soja y sus subproductos, maíz, girasol y sorgo, mientras que se mantuvo en trigo y cebada. En el caso de estos cultivos de fina, seguirán con un esquema de 9,5% hasta marzo de 2026.
El Gobierno nacional se mantuvo firme en su postura de no extender esta medida, más allá de la postura de la industria, que junto a las entidades que representan a los productores coincidieron en destacar los beneficios de una menor presión impositiva.
“Recaudar al 26% era un muy buen negocio para todos, porque sabíamos que esto implicaba la posibilidad de una expansión de la superficie de soja, un mejor ingreso para el productor y exportador y también un mejor ingreso fiscal”, reflexionó Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC.
Idígoras: "Vamos a empezar a percibir las consecuencias de una fuerte caída del comercio de granos”
En declaraciones a Radio Continental, el directivo analizó el escenario post finalización de la baja temporal en los derechos de exportación en granos y subproductos. “Desde el 1° de julio al día de hoy, el nivel de registro de declaraciones en el exterior, que es lo que generan los derechos de exportación, cayó más de un 95%”.
El dato de esta caída no es menor y se percibe en los volúmenes de registros de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE). “Estamos en registros muy chicos y de volúmenes que superaban los 2 o 3 millones de toneladas por día, pasamos a registros de 50.000 toneladas”.
Idigoras anticipó que durante julio, la industria seguirá con la onda expansiva del muy buen ritmo de liquidaciones de divisas de junio. Pero para el futuro inmediato, existen algunas dudas.
“A partir de agosto, tanto el Estado como los exportadores vamos a empezar a percibir las consecuencias de una fuerte caída del comercio de granos”
En este sentido, el titular de CIARA-CEC concluyó que “nos estamos quedando sin combustible y si esto sigue así, en septiembre probablemente empecemos a anticipar paradas técnicas en las terminales y las fábricas, porque nos está faltando mercadería para moler y para exportar”.