15/07/2025 - Edición Nº889

Política

Interna libertaria

Villarruel marca distancia de Milei y consolida su propio poder en el Senado

15/07/2025 | Con respaldo de exmilitares, la vicepresidenta reorganiza su entorno político, arma en la provincia de Buenos Aires y lanza críticas directas al círculo íntimo del Presidente. La interna libertaria ya es inocultable.



Mientras crecen las tensiones en el oficialismo, Victoria Villarruel avanza con una agenda propia desde el Senado y marca diferencias cada vez más claras con Javier Milei. Lejos del esquema libertario más puro, la vicepresidenta consolidó una red de funcionarios con pasado militar, armó su propio esquema bonaerense y rompió el silencio para lanzar críticas directas al Presidente y su entorno.

Desde la Cámara alta, Villarruel ya firmó varios decretos que reconfiguraron el organigrama del Senado y fortalecieron su control político. Uno de sus principales aliados es Mario Norberto Russo, flamante director general del cuerpo de asesores. Su desembarco generó tensión interna: en 2022 fue denunciado por Lilia Lemoine, diputada del círculo presidencial, por una presunta agresión.

El respaldo militar es central en el armado de Villarruel. Claudio Gallardo, director general de Seguridad del Senado, es un retirado del Ejército con vínculos con áreas de inteligencia y cercanía al entorno de César Milani. También figura Juan Manuel Gestoso Presas, exjefe de inteligencia procesado por su rol en la última dictadura, ahora a cargo de la subdirección de Auditoría y Control de Gestión.

Otro nombre clave es Marcelo Cinto Courtaux, director general de Relaciones Parlamentarias, hijo de un militar condenado por delitos de lesa humanidad. La presencia de estos perfiles refuerza el perfil ideológico de Villarruel y sus vínculos con sectores castrenses y nacionalistas que Milei busca mantener en la sombra.

Pero el quiebre se volvió visible el fin de semana. En su cuenta de Instagram, la vicepresidenta lanzó críticas directas contra el oficialismo. Cuando le preguntaron por qué había habilitado la última sesión del Senado, contestó: “Un jubilado no puede esperar y un discapacitado menos. Que ahorre en viajes y en la SIDE y listo”, en clara alusión a los gastos del Gobierno y el poder que concentran Karina Milei y Lilia Lemoine.

La interna quedó al desnudo. Ante el reproche de un seguidor por no acompañar al Presidente, Villarruel redobló: “¿Un Presidente que no puede ni saludar a la persona con la que llegó al poder? Hacéselo saber a él. Yo la educación no la pierdo nunca”. El mensaje apuntó al desdén que muestra Milei hacia su compañera de fórmula desde la asunción.

En paralelo, Villarruel ya trabaja en la provincia de Buenos Aires, donde busca estructurar su propio armado político, por fuera de la alianza con el PRO. No quiere quedar atada a un acuerdo que considera inconsistente y sin garantías para su propio proyecto. Su entorno analiza candidatos y alianzas posibles en distritos clave del conurbano.

En un oficialismo que vive a los gritos, la vicepresidenta arma en silencio, con soldados propios y agenda alternativa. La interna libertaria ya dejó de ser un secreto, y Villarruel está decidida a sobrevivir —y tal vez capitalizar— el naufragio del experimento Milei.