
El cierre de alianzas en la provincia de Buenos Aires expuso el colapso de las estructuras tradicionales. La Unión Cívica Radical bonaerense no logró ingresar a la alianza Somos Buenos Aires, tras una impugnación judicial que frenó la asunción de Miguel Fernández como presidente partidario. El conflicto dejó al centenario partido en crisis, sin conducción formal y con su interna estallada.
Maximiliano Abad, impulsor de Fernández y principal articulador con el PRO, quedó descolocado. Sus socios del macrismo sellaron un acuerdo con La Libertad Avanza, dejando a los radicales como furgón de cola. “Estamos juntos con los que nos hicieron todo ese destrozo”, se quejan en off desde el entorno de las autoridades paralizadas, ante una situación que ya parece irreversible.
El PRO tampoco encuentra paz. En Mar del Plata, el intendente Guillermo Montenegro fue uno de los primeros en plegarse al armado libertario. Mientras tanto, Cristian Ritondo intenta sostener el pacto con los libertarios, aunque crecen las amenazas internas de ruptura y las tentaciones de listas vecinales por fuera del esquema oficial.
En paralelo, Axel Kicillof construye su red de respaldo ante un posible quiebre en Unión por la Patria. Ya tiene listo el partido Unión Celeste y Blanco —usado por La Libertad Avanza en 2023—, ahora bajo control del diputado Fabián Luayza, presidente de uno de los bloques “libertarios blue” en la Legislatura.
La desconfianza atraviesa a todos. “Cada uno guarda un sello por si tiene que salir solo”, reconocen desde distintos espacios. Mientras tanto, el radicalismo convocó a una “Convención Contingente” para este miércoles, en un intento por revertir judicialmente la exclusión de la alianza. El problema: necesitan dos tercios y nadie garantiza los votos.
El mapa bonaerense quedó cruzado por rupturas, pactos frágiles y estrategias defensivas. Lo que hasta hace semanas parecía una disputa de matices hoy se convierte en un reacomodamiento brutal del sistema político, con viejos aliados enfrentados y cada vez más dispuestos a romper.