
Matías Rima, reconocido por su pasado como campeón mundial de futsal con la selección argentina, fue detenido en la madrugada del lunes tras ser sorprendido robando una cubierta de auxilio en Comodoro Rivadavia. El hecho ocurrió alrededor de las 3:50, cuando una vecina alertó a la policía tras notar la rotura de la puerta de su vehículo y la sustracción del neumático del baúl.
La intervención policial fue rápida. A solo unas cuadras del lugar, los efectivos encontraron a Rima caminando con la cubierta en su poder. El comisario Andrés Ávila, jefe de Operaciones de la Unidad Regional, confirmó la detención y explicó que el deportista fue arrestado "in fraganti con la cubierta sustraída, caminando solo por la calle", según declaraciones al Diario Crónica.
Este episodio no es un caso aislado. La policía ya había reforzado los operativos en la zona por una seguidilla de robos de cubiertas y, según trascendió, el nombre del ex jugador había sido mencionado en investigaciones previas. Su implicación en esta modalidad delictiva se habría vuelto una preocupación creciente para los vecinos y las autoridades locales.
La situación de Rima es aún más grave si se tiene en cuenta que ya había sido vinculado a otro hecho delictivo en junio pasado. En ese entonces, una vecina del barrio La Loma denunció que el ex campeón aprovechó la confianza que le brindó para ingresar a su vivienda. Allí, encerró a su hijo de ocho años en el baño y robó un televisor junto a otros objetos personales. Las cámaras de seguridad registraron todo el episodio, que causó conmoción por el nivel de traición hacia una familia que le ofrecía ayuda en un momento complicado.
"Como nos conocemos desde que teníamos dos años, lo invité a comer a mi casa. Vino a comer y, como dicen en la jerga, aprovechó para 'estudiar' la casa, ver qué había", relató Noelia, la mujer damnificada, en declaraciones a medios locales.
La denuncia incluyó detalles escalofriantes. Rima habría utilizado un pretexto infantil para evitar que el menor lo alertara. “Le dijo ‘vamos a jugar a las escondidas’ y lo encerró en el baño”, explicó la madre. Incluso aseguró que durante el robo, el niño fue obligado a limpiar los desechos del perro, lo que agravó aún más el impacto emocional del hecho.